Llega el primer jabón magnético

Para obtener el jabón magnético, el investigador Julian Eastoe y sus colegas disolvieron el hierro en un jabón líquido rico en cloro y bromo, similar al usado en los productos de enjuague bucal o en los suavizantes para la ropa. El jabón tradicional disuelve la suciedad, grasa y otras sustancias químicas, pero no las elimina del medio ambiente. Sin embargo, aplicando un campo magnético al jabón magnético, los restos que acumula pueden ser atraídos y eliminados por completo.
Aunque Eastoe ya había intentado crear jabones sensibles a la luz, a la temperatura y a la presión, este nuevo método con imanes parece ser el más eficaz para una limpieza controlada de cualquier medio o superficie, simplemente activando o desactivando los imanes.