
Un nuevo tipo de
pilas alimentadas con glucosa es la última propuesta energética que llega desde Japón. Emulando a lo que sucede en la naturaleza durante el proceso de fotosíntesis, el dispositivo utiliza la luz solar y una serie de enzimas para convertir los azúcares en
hidrógeno. Los iones de hidrógenos resultantes se desplazan entre dos electrodos generando una corriente eléctrica que alcanza varios centenares de milivoltios.
Los creadores de estas
biobaterías, los químicos Yutaka Amao y Yumi Takeuchi, de la Universidad de Oita, han dado a conocer la original idea en el último número de la revista
International Journal of Global Energy Issues.