Ariel Poter: "El futuro de Internet es, en realidad, el futuro de todo"

Othman Laraki, director de búsquedas e infraestructura en Twitter, recordaba una frase que suele utilizar el fundador de Twitter, Jack Dorsey, para definir su popular red de microblogging: "El mundo, en tu bolsillo". En Twitter, afirmaba, "cada vez más gente quiere publicar y contar las cosas que pasan". No en vano es la plataforma que más contenido genera en grandes momentos, como ocurrió en Japón durante el terremoto, o en Estados Unidos en las últimas elecciones presidenciales, o en todo el mundo durante la llamada "primavera árabe". De cara al futuro, lo principal según Laraki es que, si antes pensábamos en Internet como un conjunto de páginas web, "ahora lo que realmente importan no son las webs sino los servicios". Y los servicios que merecen la pena son los que reducen el número de transacciones y operaciones que debe realizar un usuario para obtener una información. La regla, dice Laraki, es muy simple: "cuanto más rápido responde una aplicación, mayor es el uso que tiene". Y lo sabe bien porque dirigió el desarrollo de Google Toolbar, Google Gears, extensiones para Firefox en desarrollo temprano y FastNet (un buscador y memoria de infraestructura a tiempo real), entre otros productos. Por otra parte, el experto resaltaba que tanto en Twitter como en Google "la receta para el éxito ha sido la misma: reinventar algo básico que todo el mundo puede usar de forma sencilla".
Internet y el mercado móvil
Otro de los ponentes, Erik Schultink, director de tecnologías de la información de Tuenti, hacía énfasis en "los cambios que ha traído a Internet el mercado móvil, que ha supuesto una revolución". Y afirmaba que, cuando piensa en el futuro, lo que más le preocupa es el poder que tendrán "los fabricantes de dispositivos, que han tomado el relevo de los operadores, y además controlan las tiendas de aplicaciones".
Por otra parte, los tres ponentes coincidieron en que Internet ha marcado un antes y un después porque ahora cualquier persona puede transmitir información y conocimiento al resto del mundo. No es de extrañar, por tanto, que según una encuesta mundial lanzada el año pasado por la BBC en 26 países, cuatro de cada cinco personas consideren que el acceso a Internet debiera tener la consideración de derecho fundamental. Es más, en Finlandia es ya un derecho constitucional el acceso a Internet de banda ancha.
Durante el debate algunas preguntas sobre el futuro de la Red quedaron en el aire. ¿Avanzará el acceso a Internet -y su velocidad- tan rápido como los servicios y aplicaciones? ¿Va a llegar un momento en que todo se colapse, en que exista más información disponible de la que somos capaces de procesar? ¿Cuánto tardaremos en poder conectarnos a Internet desde cualquier parte y desde cualquier dispositivo, simplemente pulsando un botón?