Aunque Microsoft eliminó el popular Grupo Hogar en una de sus actualizaciones de Windows 10, todavía sigue siendo posible crear una red local para compartir impresoras y otros dispositivos, archivos y carpetas entre ordenadores. Te explicamos cómo.
Si utilizas Windows 10es muy posible que ya sepas que el conocido como Grupo Hogar desapareció a principios del año 2018, después de que Microsoft decidiera suprimirlo tras llevar a cabo alguna que otra gran actualización.
Es posible que, para muchos usuarios, se tratara de una malísima noticia, especialmente porque esta función ofrecía la posibilidad, fácilmente, de compartir archivos, carpetas e impresoras fácilmente y sin ser un experto, entre los distintos ordenadores conectados a una misma red doméstica.
Es decir, era una función tremendamente interesante a la hora de simplificar el proceso de compartir recursos en una red pequeña.
Sin embargo, después de su desaparición oficial hace apenas unos pocos años, aún sigue siendo posible crear una red local en Windows 10 que nos ofrezca, al menos, las mismas ventajas y usos que el antiguo Grupo Hogar. Pero, eso sí, es necesario seguir una serie de pasos adicionales, lo que significa que, técnicamente, no es tan sencillo o simple como la opción anterior eliminada.
¿Qué es y para qué sirve una red local?
Una red de área local consiste básicamente en una red informática que abarca un área relativamente pequeña, la cual suele limitarse únicamente a una sola habitación o domicilio, aunque también puede abarcar un edificio o un grupo de edificios.Es una opción particularmente útil e interesante, por ejemplo, a la hora de conectar distintos dispositivos entre sí, de forma fácil, rápida y sencilla, con la intención de compartir archivos y carpetas, además de impresoras y otros aparatos relacionados.
Configurando nuestra red doméstica en Windows 10 sin el Grupo Hogar
En primer lugar, debemos dirigirnos a la Configuración de Windows, pudiendo acceder a ella directamente a partir del menú de inicio de Windows. Luego, debemos pulsar sobre la opción Red e Internet.Una vez hecho esto, es necesario configurar nuestro perfil como privado, en lugar de público. Para conseguirlo, debemos pulsar sobre el botón Cambiar las propiedades de conexión, y en la sección Perfil de red, escoger la opción Privada.De esta manera, le estaremos indicando a Windows que nos encontramos dentro de una red doméstica o privada, de forma que nuestro PC aparecerá como visible al resto de equipos, y será oculto por seguridad para el resto de equipos (en redes públicas).
Cambiando las opciones de uso compartido
Una vez seleccionado el perfil de red adecuado debemos dirigirnos a la sección Estado, donde debemos dirigirnos a Opciones de uso compartido, y pulsar seguidamente sobre Opciones de uso compartido, en donde decidiremos qué elementos deseamos que se compartan con el resto de equipos de la red.Se abrirá ahora una ventana nueva donde debemos activar la opción Activar la detección de redes, algo que encontraremos junto al apartado sobre la configuración automática de redes. Seguidamente, debemos continuar activando la opción Activar el uso compartido de archivos e impresoras, opción útil para compartir la impresora que podamos tener conectada.
Desplegando la sección Todas las redes
Una vez hecho esto, debemos desplegar las opciones que encontraremos dentro del apartado Todas las redes, puesto que es el lugar donde se sitúan los elementos más importantes de la configuración.No obstante, simplemente debemos pulsar sobre la opción Elegir opciones de transmisión por secuencias multimedia, donde tendremos que activar la opción. Para conseguirlo, pulsamos sobre activar la transmisión por secuencias de multimedia.En este apartado podremos modificar el nombre con el que aparecerá nuestro ordenador, y escoger qué dispositivos podrían además acceder al contenido. Cuando lo hayamos configurado todo pulsamos sobre Aceptar.
Desactivando el uso compartido con protección por contraseña
Justo abajo del todo nos encontraremos con la opción Uso compartido con protección por contraseña. En este apartado deberemos marcar la opción Desactivar el uso compartido con protección por contraseña.De esta forma, conseguiremos que el resto de ordenadores no deban escribir una contraseña cada vez que deseen utilizar nuestros elementos. Para finalizar con la configuración de este apartado, terminamos pulsando sobre Guardar cambios.
Escogiendo qué carpetas compartir
Ahora llegamos a un momento importante de nuestra configuración: el instante en el que elegimos qué carpetas deseamos compartir.Nos dirigimos al Explorador de Windows y hacemos clic derecho sobre la carpeta que deseamos compartir. Para ello, se abrirá un menú contextual donde deberemos pulsar sobre Conceder acceso a, y seguidamente pulsar sobre Usuarios específicos.Ahora se abrirá una barra de menú donde únicamente tendremos que seleccionar la opción Todos, pulsamos Agregar y ¡listo!