Los proyectos que revolucionarán la ciencia
La Royal Society de Londres (Reino Unido) presenta cada año una serie de proyectos que podrían cambiar el mundo. Estos son algunos de ellos.

La receta de una galaxia
Comprender cómo nacen las galaxias sigue siendo uno de los mayores rompecabezas de la astronomía. Un proyecto de la Universidad de Durham utiliza simulaciones en superordenadores para probar qué ingredientes y qué eventos galácticos conforman la receta para dar vida a una galaxia. Todo ello gracias al simulador EAGLE. A partir de las leyes básicas de la física, los científicos observan, entre otras cosas, cómo los gases se enfrían o cómo un proceso violento como la muerte de una estrella o la formación de un agujero negro da forma a la historia de la vida de las galaxias.

Diarios de mosquitos
Los mosquitos que transmiten la malaria, matan cada año a más de 430.000 personas. Para acabar con estas nefastas cifras, varios proyectos utilizan la tecnología en la lucha contra los mosquitos. El proyecto “Diarios de mosquito” emplea cámaras infrarrojas para rastrear las trayectorias de vuelo de los mosquitos alrededor de unos mosquiteros especiales cubiertos de insecticida y analiza cuánto tiempo permanecen estos en ellos y de qué forma el insecticida evita que se alimenten de una persona que en ese momento esté durmiendo. Parte del trabajo de este proyecto es averiguar cuándo tiempo es necesario que el mosquito toque la malla y muera. La finalidad es construir mosquiteros más avanzados y también más efectivos que puedan prevenir esas miles de muertes cada año.

El futuro de la previsión meteorológica
Una adecuada predicción meteorológica nos ahorra tiempo, dinero y vidas, por lo que los mapas del tiempo nos proporcionan información cada vez más localizada. Una de las exposiciones presentadas ante la Royal Society destaca los diversos sistemas de observación que pueden aún aprovecharse para mejorar la previsión meteorológica en el futuro. En la actualidad, apenas existen 500 localizaciones de observación en tierra para cubrir los más de 500.000 puntos de la cuadrícula de Reino Unido, por ejemplo. Para aumentar nuestro poder de observación hay que buscar en lugares no convencionales como pueden ser los aviones. Aprovechar que los aviones modernos que miden continuamente el viento atmosférico y la temperatura para los ajustes de vuelo sería una buena idea. Estos puntos de observación elevados podrían proporcionar datos vitales para mejorar la exactitud de la predicción meteorológica.

Recogedores de basura espacial
La basura espacial puede causar daños catastróficos. Desde casquillos vacíos de cohetes, trozos de vídrio o satélites ya abandonados, esta basura espacial se ha convertido en un auténtico vertedero de más de 7.000 toneladas que pone en peligro tanto la tecnología activa como el personal que cada día trabaja a bordo de la Estación Espacial Internacional. Para ello, la misión RemoveDebris pretende ser una solución de limpieza a este basurero espacial. El proyecto será lanzado a comienzos de 2017 y probará las tecnologías de captura y devolución de basura a la atmósfera terrestre.

Ciencia en 4D
Otro de los inventos presentados ante el Instituto de ciencia de Londres es el sincrotrón de Rayos X en 4D, una máquina que permite a los científicos ver dentro de cualquier objeto y, por tanto, su gama de aplicaciones es gigantesca. Este sistema podría emplearse para observar dentro de un volcán y comprender cómo se producen las erupciones. La luz es tan poderosa que permite revelar la estructura interna de los materiales en tres dimensiones, ya que el rayo del sincrotón es 10.000 millones de veces más brillante que el Sol. La cuarta dimensión, el tiempo, facilita la recreación de condiciones o factores para replicar todo ello a lo que esté sometido un material en una situación completamente real y ver así su cambio o transformación. En medicina, por ejemplo, podríamos comprender cómo interactúan los implantes con el tejido dentro del cuerpo humano.

Telarañas del futuro
La seda de araña es un material naturalmente fuerte y eficiente; un elemento ideal para construir materiales sostenibles y biocompatibles (el cuerpo humano las acepta sin problema). La Universidad de Oxford ha presentado un proyecto en el que se exploran las fascinantes propiedades y evolución de la seda como inspiración de las tecnologías del futuro. Afortunadamente, las sedas son biocompatibles, por lo que podrían utilizarse implantes de seda para la regeneración del cartílago de la rodilla. Producir seda de araña económicamente viable también es un desafío al que se enfrentan estos científicos.

Plásticos que salvan vidas
La Universidad de Nottingham nos muestra cuán esenciales pueden llegar a ser los plásticos en el futuro. Teniendo en cuenta que los plásticos conforman una parte esencial en esta sociedad del siglo XXI, no es de extrañar que también veamos que se emplean cada vez más en el cuerpo humano, por ejemplo. Sus aplicaciones médicas son muchas y estos científicos nos presentan cómo médicos y científicos están trabajando para desarrollar nuevos plásticos que podrían servirnos en el futuro: plásticos degradables que pueden unir un hueso roto mientras se cura o revestimientos plásticos especiales sobre dispositivos médicos para impedir las infecciones podrían ser algunas de sus utilidades.

La vida secreta de los pájaros
Los hábitats de todo el mundo están cambiando y por ello, los pájaros que viven en ellos tienen que adaptarse para sobrevivir. La exposición de la Universidad de Sheffield junto a la Academia Maltby en Yorkshire versa sobre el comportamiento de las aves silvestres y predecir cuál va a ser este ante los cambios del entorno, ya que, al igual que nosotros, las aves tienen una cantidad limitada de energía y recursos. Los investigadores han creado zonas de observación para comprender su alimentación y comportamiento reproductivo, incluso ante la perturbación humana.