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Así consiguen las webs que compres cosas que no quieres

Estas técnicas están presentes en más de 1 de cada 10 webs, según ha descubierto un nuevo estudio.

Los diseñadores web nos manipulan psicológicamente gracias a distintas herramientas para que hagamos clic en un lugar determinado o más tiempo del que habríamos pensado en un principio.
Los patrones oscuros (interfaces de usuario diseñadas para manipular de forma astuta a las personas para hacer cosas) se han vuelto lo suficientemente comunes en las páginas web y en las aplicaciones para móviles, que existen casi dos docenas de proveedores que proporcionan la persuasión de comportamiento como un servicio.

Y en algunos casos, estas empresas anuncian abiertamente
técnicas de marketing engañosas, describiendo formas de generar pedidos de productos falsos y mensajes sociales que alaban esos pedidos fraudulentos.

Este hallazgo es solo uno de los realizados por siete expertos en Ciencias de la Computación (Arunesh Mathur, Gunes Acar, Michael Friedman, Elena Lucherini, Jonathan Mayer, Marshini Chetty y Arvind Narayanan), todos de la Universidad de Princeton (Estados Unidos), excepto Chetty, de la Universidad de Chicago.

Los expertos publicaron un borrador del documento de investigación,
Dark Patterns at Scale: Findings from a Crawl of 11K shopping sites, que explora la prevalencia de las técnicas de influencia basadas en la interfaz web.
"Examinamos la influencia subyacente de estos patrones oscuros, documentando su daño potencial en la toma de decisiones de los usuarios. También examinamos estos patrones de prácticas engañosas, y encontramos 183 sitios web que se dedican a tales prácticas. Finalmente, descubrimos 22 entidades externas que ofrecen patrones oscuros como una solución llave en mano. Basándonos en nuestros hallazgos, hacemos recomendaciones a las partes interesadas, incluyendo investigadores y reguladores, para estudiar, mitigar y minimizar el uso de estos patrones", dijo Arvind Narayanan, profesor de Princeton.
Los investigadores analizaron 11.000 sitios web de compras de primer orden, según la clasificación del servicio Alexa de Amazon, utilizando un rastreador personalizado que visita los sitios de comercio electrónico y completa el flujo de clics para comprar productos y luego guarda las interfaces encontradas y las interacciones para el análisis.

El rastreador encontró 1.841 patrones oscuros de 15 tipos distintos, en 1.267 de las 11.000 webs de compras, lo que representa alrededor del 11,2% del total. Los expertos han dividido dichas 'tretas' en siete categorías.
Furtivo: Intentan tergiversar las acciones del usuario, o retrasan información que, si es visible para el usuario, este probablemente desistiría de la compra.
Urgencia: Imponen un plazo límite a una venta o transacción, acelerando así la toma de decisiones y las compras de los usuarios.
Desorientación: El uso de imágenes, lenguaje o emociones para inducir o disuadir una decisión en particular.
Prueba social: Influir en el comportamiento de los usuarios describiendo las experiencias y el comportamiento de otros usuarios.
Escasez: Similar al primero de los patrones oscuros, indican que es probable que un producto deje de estar disponible, aumentando así su atractivo para los usuarios y sus posibilidades de compra.
Obstrucción: Hacen que sea fácil para el usuario entrar en una situación pero difícil escapar de ella.
Acción forzada: Obligan al usuario a una acción no prevista para poder completar su tarea (como suscribirse a la newsletter).


Los patrones oscuros, por muy éticos que sean, no son necesariamente ilegales. "No todos los patrones oscuros son ilegales, pero aún así son problemáticos porque están destinados a aprovecharse de nuestras limitaciones y debilidades cognitivas", agregó el profesor Narayanan.

Pero algunos sí violan la ley. Según los investigadores, en la Directiva sobre derechos del consumidor se convierten en ilegales los patrones oscuros furtivos o subrepticios. También señalan que los 234 casos de engaño que encontraron en 183 sitios web son ilegales en los EE. UU., en la Unión Europea y otras jurisdicciones.

Los legisladores ya han tomado nota. 
En abril, los senadores Mark R. Warner y Deb Fischer de Estados Unidos propusieron la Ley de reducción de experiencias engañosas para usuarios en línea (DETOUR), cuyo objetivo es evitar que los grandes proveedores de servicios (más de 100 millones de usuarios mensuales) usen diseños de interfaz engañosos para aplicaciones de software.

Los investigadores dicen que esperan que su tecnología para identificar patrones oscuros sea útil. "La metodología de rastreo y agrupación que desarrollamos se puede generalizar fácilmente y reduce radicalmente la dificultad de descubrir y medir patrones oscuros a escala web", explicaron los investigadores en su artículo.


También esperan que su trabajo inspire
contramedidas como la creación de una web que nombre y avergüence a las empresas de comercio electrónico que basan sus actividades en patrones oscuros.

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