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Cómo utilizar el teléfono móvil para verificar la conexión WiFi

La conectividad WiFi ofrece increíbles ventajas, pero también algún que otro quebradero de cabeza. Si en los últimos días tienes algún problema con la conexión inalámbrica, te descubrimos cómo puedes usar tu teléfono móvil para verificar la señal y encontrar algunas posibles incidencias.

La conexión WiFi puede funcionar y no causar ningún tipo de problema, o convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para muchos usuarios. Si bien es cierto que la conectividad inalámbrica a internet nos ha ofrecido la posibilidad de poder permanecer conectados en todo momento sin la necesidad de tener que utilizar el típico cable de Ethernet, existen algunos elementos que podrían afectar a su estabilidad. Y la calidad de la señal es una de ellas, aunque no es la única.
Hoy en día existen infinidad de dispositivos que pueden ser de mucha ayuda a la hora de mejorar la conectividad WiFi y mejorar, por ejemplo, la calidad de la señal. Los conocidos como repetidores son una opción útil y adecuada, que actúan capturando la señal y la amplían para que conexión pueda llegar a otras estancias y habitaciones donde originalmente no llegaba tan bien.
No obstante, antes de pensar en la posibilidad de adquirir un nuevo dispositivo ante un mal funcionamiento de la conexión WiFi, es mucho mejor llevar a cabo una serie de comprobaciones básicas con la ayuda de algunas aplicaciones útiles que podrían ayudarnos a la hora de averiguar dónde estaría el problema.

1. Averiguando nuestra velocidad de descarga y subida

Se trata posiblemente de uno de los primeros pasos. Es esencial verificar cuál es nuestra velocidad de descarga y subida, y compararla con las cifras aparentemente prometidas por nuestro proveedor de servicios de internet.
Aunque existen distintas páginas Web que pueden ofrecernos este servicio, una opción bastante útil es optar por alguna aplicación que podamos descargar y utilizar directamente desde nuestro teléfono móvil, como es el caso de Ookla Speedtest (iOS, Android). Aunque Netflix también ofrece una app, bautizada con el nombre de FAST Speed Test (iOS, Android), que permite averiguar la velocidad de la conexión a internet, tanto si es móvil como de banda ancha.
Eso sí, debes saber que está específicamente relacionada con las velocidades que se dirigen hacia y desde los servidores de la compañía, por lo que la primera opción es más amplia.
En cualquier caso, con la ayuda de nuestro teléfono móvil, y conectados vía WiFi, podremos comprobar la velocidad desde diferentes habitaciones, ejecutando pruebas de velocidad en estancias separadas. De esta manera, podremos saber dónde estaría el problema.

2. Indagando un poco más

Si con la primera prueba no es suficiente, podemos obtener una visión más detallada de lo que estaría ocurriendo exactamente con la conexión WiFi. Y una opción útil es usar alguna aplicación de análisis (tanto para iOS como para Android) que nos ofrezca la posibilidad de proporcionarnos lecturas detalladas de la congestión de canales y la intensidad en sí de la conexión.
Si utilizas Android, Wi-Fi Analyzer se convierte en una opción popular. Para utilizarlo, una vez te has descargado la app, debes pulsar sobre el icono del ojo y escoger Medidor de señal, para luego presionar sobre Toque aquí para seleccionar… y escoger nuestra red WiFi doméstica (o en definitiva aquella que deseemos comprobar). Lo que estaremos viendo aquí es una lectura de fuerza en decibel-milivatios o dBm. Un número negativo más bajo significaría una señal más potente o fuerte.
Por ejemplo, para tareas cotidianas en las que no se necesite un uso tan intensivo de datos, como enviar correos electrónicos o navegar por páginas web, -70 dBm estaría bien, mientras que -30 dBm sería considerado como una conexión perfecta. No obstante, para una transmisión de vídeo de calidad, se aconseja al menos -67 dBm.
A medida que la señal de nuestra conexión es débil, el medidor de nuestro Wi-Fi Analyzer empezará a caer hacia el borde izquierdo dentro de la sección amarilla, de manera que si alcanza la sección gris en algún momento deberíamos preocuparnos, porque significaría que la señal es débil o muy débil.

3. Hacer coincidir los canales

En ocasiones, el problema se tiende a solucionar fácilmente cambiando a un canal de WiFi distinto en nuestro enrutador. Básicamente son frecuencias en las que el enrutador transmite las señales inalámbricas. Hoy en día la mayoría de los enrutadores y el propio hardware pueden operar en el mismo canal sin ningún problema, cruzando automáticamente varios canales con la finalidad de proporcionar velocidades más rápidas. Sin embargo, en algunas ocasiones, cambiar de canal podría acabar marcando la diferencia.
En primer lugar debemos asegurarnos de que los canales disponibles en las opciones de 2.4GHz y 5GHz estén configurados para coincidir con los canales donde nos encontremos. La frecuencia más nueva de 5GHz ofrece más canales, en comparación con el anterior de 2.4GHz, y destaca principalmente porque hay menos posibilidades de que se puedan producir interferencias. Si nuestro enrutador lo admite, es aconsejable usarlo.
¿Y cómo podemos hacerlo? Este cambio de canales se lleva a cabo a través de la página de configuración del enrutador, de manera que lo más recomendable es consultar la documentación del mismo si no estamos seguros. Por lo general, esto implica introducir la dirección IP en el navegador web e iniciar sesión.
Aún cuando no desees cambiar los canales, siempre puedes usar alguna herramienta de escaneo para intentar reposicionar el enrutador con el dispositivo que estamos tratando de conectar. Será de mucha utilidad a la hora de eliminar muchas suposiciones y conjeturas acerca del rendimiento de nuestra conexión WiFi.

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