Contra el calor, sol
El interior de un automóvil aparcado cuatro horas al sol del verano puede alcanzar temperaturas superiores a 65 ºC. En esas condiciones, mejor que nuestra piel no roce un volante o una tapicería de cuero. Abrir ventanas y ventilar forzadamente el interior es obligado, pero no hay quien se libre del primer y sofocante golpe de calor.
Autor: Elena Sanz
El interior de un automóvil aparcado cuatro horas al sol del verano puede alcanzar temperaturas superiores a 65 ºC. En esas condiciones, mejor que nuestra piel no roce un volante o una tapicería de cuero. Abrir ventanas y ventilar forzadamente el interior es obligado, pero no hay quien se libre del primer y sofocante golpe de calor.
Células solares en el techo. A fin de paliar este problema, los ingenieros de Seat han aplicado sobre su nuevo modelo Exeo un sistema consistente en aprovechar la radiación solar para renovar el aire del habitáculo mientras el vehículo se encuentra estacionado. Unas células fotovoltaicas, implantadas en el techo corredizo, generan la electricidad necesaria para poner en marcha la turbina de ventilación tanto tiempo como sea necesario sin que se descargue la batería.
20 grados menos. Su funcionamiento comienza 30 segundos después de desconectar el encendido, y puede llegar a rebajar la temperatura interior hasta en 20 ºC, según asegura Seat. Esta nueva aplicación orientada a las energías renovables es una opción cara, pero no tanto si se compara con un techo corredizo convencional, ya de por sí oneroso. Frente a los cerca de 800 euros que cuesta este último, el equipado con células solares supera los 1.200 euros en el Seat Exeo. Hoy es un lujo, mañana puede ser un accesorio común. El proveedor de la innovación es Webasto, un especialista en la fabricación de todo tipo de techos.