El mando a distancia en realidad se inventó para silenciar la publicidad
Zentih Radio Company era como la Apple de hace un siglo, e inventó el mando a distancia para empoderar al telespectador frente a la avalancha de publicidad.
El comandante E. F. McDonald era un excéntrico que había fundado Zenith Radio Company, una compañía que, desde la década de 1920 hasta la de 1960, fue una de las empresas de tecnología más innovadoras del mundo, como una suerte de Apple de hace un siglo.
Muchos de los inventos que salieron de Zenith eran ciertamente extravagantes, inútiles o hasta pseudocientíficos, como un aparato para transferir pensamiento a través de ondas hercianas.
Con todo, gracias a este ánimo por explorar terrenos nunca transitados antes, Zenith también alumbró un dispositivo aparentemente anodino que iba a cambiarlo todo: un mando a distancia para cambiar de canal el televisor.
Flash-Matic
Un estudio de Forrester Research ya mostró en 2011 que el 48 % de los estadounidenses consumen televisión mientras usan una segunda pantalla. Antes de la llegada del smartphone, el zapping era la norma. Sin embargo, hace un siglo, en los inicios de la televisión, cambiar de canal suponía levantarse de la silla, lo que era un esfuerzo enorme teniendo en cuenta que tampoco había demasiada oferta.
Pero McDonald, en la década de 1950, advirtió que la televisión empezaba a ser pasto de cada vez más interrupciones publicitarias, y que ello estaba empezando a levantar las iras de algunas personas, incluso de los críticos culturales más importantes. Orson Welles, por ejemplo, se quejaba así de la decadencia que empezaba a experimentar aquel electrodoméstico en el año 1956: "Odio la televisión. La odio tanto como a los cacahuetes, aunque no puedo dejar de comerlos".
Cuando eras joven y ágil, levantarse del sillón para cambiar de cadena o incluso bajar el volumen de aquellos machacones anuncios era relativamente fácil, aunque engorroso. Sin embargo, McDonald pensaba en todas aquellas personas mayores que lo tenían más difícil a la hora de levantarse cada pocos segundos.
Lo que McDonald propuso entonces a sus ingenieros en Zenith fue la concepción de un bloqueador de anuncios que se pusiera usar a distancia, sin necesidad de moverse del sitio.

Flash-Matic
Fue así como uno de sus inventores, Eugene Polley, le presentó el Flash-Matic, un artefacto que recordaba vagamente a un revólver o a pistola de rayos de ciencia ficción que disparaba una luz visible a cuatro células fotoeléctricas situadas en cada esquina de la pantalla. La idea, a nivel promocional, no podía ser más interesante en una época donde el western era muy popular: podías apagar los anuncios con un disparo.
Desenfundando el "revólver", pues, uno podía suprimir el sonido del anuncio y dedicarse a otros menesteres durante su emisión, por ejemplo.
Si bien es cierto que ya existían controles remotos anteriores, estos solo podían encender / apagar los equipos y cambiar los canales, y además estaban conectados al televisor con un cable.
El problema del Flash-Matic es que aún era muy rudimentario. No solo debías apuntar bien a las esquinas para que funcionara, sino que todo se controlaba con un único botón: encender y apagar, subir canales, bajar canales y silenciar. Cada esquina tenía una célula fotoeléctrica que servía para una sola función: los receptores inferiores eran los que servían para silenciar y encender / apagar, y las células fotoeléctricas superiores, cambiar de canal avanzando o retrocediendo.
Además, si el sol o la luz de una bombilla demasiado potente incidía en las células fotoeléctricas de la televisión, entonces podía bajar o subir el volumen por sí solo. Para superar esos escollos, Zenith no tardaría en sacar una versión mejorada: el Space Command que, en vez de un haz de luz, usaba ultrasonidos.