Robots de piel sensible con memoria
Los ingenieros trabajan en dotar a los robots del futuro de una mayor sensibilidad y cuidado a la hora de manipular objetos delicados y poder reconocerlos.
Xiaodong Chen y sus colegas de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, han desarrollado unos flexibles sensores de tacto que simulan la piel humana y que almacenan información táctil. Estos sensores trabajan como nuestra memoria háptica, que es capaz de percibir a través de los receptores sensoriales distribuidos por todo el cuerpo las impresiones táctiles. Estas son almacenadas en el cerebro después de que hallan cesado de interactuar con nuestro organismo.
Los sensores están compuestos por una capa sensible a la presión que detecta cambios en la resistencia eléctrica cuando se le aplica una fuerza. Por debajo de aquella se extiende una fina película que registra estos cambios para formar una impresión digital de las distintas presiones recibidas. Dicha información puede conservarse durante una semana; a su vez, los datos pueden ser borrados aplicando tensión.
Chen asegura que este avance ayudará a que los robots reconozcan mejor su entorno, controlen milimétricamente su fuerza de agarre y actúen de forma delicada con los objetos más sensibles y blandos. Incluso los expertos chinos aseguran que los futuros robochefs equipados con esta piel casi humana podrían manipular alimentos de una manera que despertara la envidia de los mejores cocineros y estrellas Michelin.