Mitos y verdades sobre los medicamentos genéricos

Los medicamentos genéricos tienen el mismo efecto que los de marca. Son iguales en eficacia, seguridad y calidad, ya que contienen el mismo principio activo y en la misma dosis.

No. También existen genéricos de alta especialización que se usan en áreas de oncología o en trasplantes.

Todos los medicamentos, tanto genéricos como los de marca, superan estrictos controles de calidad antes de aprobarse para el consumo. En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios asegura la calidad de las medicinas desarrolladas y comercializadas en el país.

Es falso. El +-20 por ciento hace referencia a la variabilidad en la absorción, que es un parámetro que varía entre individuos e incluso entre lotes del mismo fármaco, ya sea genérico o de marca. Los medicamentos genéricos contienen exactamente la misma cantidad de principio activo en cada comprimido, y producen el mismo efecto.

A largo plazo, los genéricos benefician tanto al sistema Nacional de Salud como a los propios ciudadanos, ya que se lanzan a precios sensiblemente más bajos que los de la marca. Esto implica tanto un ahorro para el sistema sanitario como para los pacientes y, además, las marcas se ven obligadas a reducir su precio entre un 15 y un 40 por ciento.

Mucha gente opina que las personas mayores pueden confundir los medicamentos si se les dispensan fármacos genéricos. Sin embargo, la experiencia de otros países europeos ha demostrado que esto no sucede. Además, la denominación de los genéricos es más clara, ya que es siempre la misma.

El 70 por ciento de los genéricos comercializados en nuestro país se desarrollan y fabrican también aquí. Por el contrario, muchos fármacos de marca son importados por grandes multinacionales.

Sí. Los genéricos salen al mercado cuando caduca la patente del medicamento de marca, que dura un mínimo de 20 años. En ese momento finaliza el monopolio y esto supone un estímulo para la investigación en nuevos fármacos.

Un medicamento genérico requiere cuatro años de desarrollo científico como media y solo se comercializa cuando ha superado todos los exámentes científicos y controles de calidad. Esto requiere grandes inversiones y desarrollo científico.

España es un país aún emergente en el consumo de genéricos, tan solo el 30 por ciento de los medicamentos dispensados en farmacia lo son. Otros países como Dinamarca, Alemania o Estados Unidos alcanzan una implantación del 60 por ciento.