Sentir asco es bueno para la salud

Gracias a la sensación de asco, desarrollamos un comportamiento higiénico que reduce nuestro contacto con patógenos que podrían causarnos enfermedades diarreicas, infecciones del tracto respiratorio, malaria, sarampión, tuberculosis y parásitos, entre otras. "Sin el asco, y las conductas higiénicas que este provoca, las enfermedades infecciosas causarían mucha más morbilidad y mortalidad tanto en nuestra especie como en todas las especies animales", explica Val Curtis, autora principal del estudio. Según Curtis, la simple medida de lavarse las manos con jabón es capaz de salvar un millón de vidas en un año.