Los supercatadores perciben más sabores y están más delgados

Ser supercatador tiene tanto ventajas como inconvenientes para la salud. Como demostró en 2005 Linda Bartoshuk, de la Universidad de Florida, la sensibilidad de los supercatadores al sabor amargo les impide comer muchas verduras ricas en flavonoides necesarias para prevenir el cáncer, sobre todo el cáncer de colon. Sin embargo, como estos individuos perciben el amargor de la nicotina con más intensidad que el común de los mortales, también suelen fuman menos. Además, mientras la mayoría de las personas no le hace nunca ascos a un pastel, algunos supercatadores encuentran ciertos alimentos demasiado dulces, e incluso rechazan las comidas con exceso de grasa, lo que explicaría por qué las mujeres supercatadoras tienden a ser más delgadas y a padecer menos colesterol que las no catadoras.