Los cuadros religiosos son potentes analgésicos

Las imágenes obtenidas mediante resonancia magnética funcional mostraron que el icono religioso generaba una alteración en el cerebro de los católicos que reducía la percepción del dolor. En concreto, la respuesta consistía en un aumento de la actividad de la región derecha de la corteza prefrontal, la misma que se pone en marcha cuando se administra un tratamiento placebo. Los ateos profesos, por el contrario, no mostraban alivio ni alteraban su actividad cerebral al contemplar ninguno de los retratos.
El neurocientífico Matthew Lieberman, de la Universidad de California, que ha seguido con interés el estudio, asegura que el siguiente paso es averiguar si las imágenes religiosas consiguieron este efecto simplemente porque llamaban la atención de los católicos o porque les generaban sentimientos "piadosos". "Los fanáticos de los coches conseguirían el mismo alivio con la imagen de un vehículo sólo en el primer caso", asegura Lieberman.