Cerebro depresivo, cerebro hiperactivo

Según concluye Andrew Leuchter, investigador del Instituto de Neurociencia y Comportamiento Humano de UCLA y coautor de un estudio que implicó a 121 adultos con depresión severa, "el cerebro sano debe ser capaz de sincronizar, primero, y desincronizar, después, distintas áreas para reaccionar ante lo que nos sucede, regular el ánimo, aprender y resolver problemas". El problema del cerebro depresivo, añade Leuchter, es que conserva su habilidad para formar conexiones pero es incapaz de "apagarlas".
En los pacientes, el área del cerebro qeue mostraba más conexiones anormales era la corteza prefrontal, implica en regular el estado de ánimo, tomar decisiones y resolver situaciones problemáticas. "Cuando el cerebro pierde su capacidad de controlar sus propias conexiones, es incapaz de adaptarse a los cambios", resume Leuchter.