¿Desayuno pequeño o grande? Qué es mejor para evitar sufrir síndrome metabólico
El síndrome metabólico aumenta las posibilidades de sufrir enfermedad cardiaca, diabetes y otros problemas de salud.

Un estudio en el que han participado investigadores de la Universidad de Oviedo ha concluido que desayunar más podría tener un efecto sobre el síndrome metabólico, concretamente ayudaría a prevenirlo.

Desayunar más podría tener un efecto sobre el síndrome metabólico.
Se conoce como síndrome metabólico a un conjunto de factores que aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, diabetes y otros problemas de salud. Entre estos factores están la obesidad, tener altos los triglicéridos, el colesterol HDL (el bueno) bajo, presentar hipertensión arterial y diabetes. El síndrome metabólico es una de las patologías que actualmente más está aumentando a nivel mundial y la dieta es de los que más influye en él.
La investigación, que se ha publicado en Nutrients, concluye que las personas que ingieren entre un 15 % y un 30 % de las calorías del día en el desayuno presentan menos obesidad, hipertensión arterial y diabetes.
“En los últimos años, ha surgido una nueva área de interés, que se ha centrado en el horario de las comidas, la distribución diaria de la energía y la composición de macronutrientes según las ocasiones de comer. En términos generales, se ha observado que una mayor ingesta energética en las primeras horas del día y una composición de alta calidad del desayuno son beneficiosas para el control del peso y la salud metabólica”, apuntan los investigadores en la publicación.
Además, los investigadores han observado que las personas que hacen más de cinco ingestas al día, tienden a desayunar menos. Este comportamiento se relaciona con un 23 % más de riesgo de sufrir síndrome metabólico.
Los investigadores afirman que consumir una mayor cantidad de energía a una hora más temprana del día aumenta la termogénesis, que es la cantidad de energía que el organismo usa para digerir, absorber y metabolizar los nutrientes de los alimentos. Este proceso quema calorías.
“Consumir mayores cantidades de energía más temprano que tarde en el día mejora la respuesta metabólica, independientemente de la composición de nutrientes de la comida. El aumento de la termogénesis inducida por la dieta puede, a su vez, aumentar el gasto energético total y mejorar la respuesta glucémica, lo que se traduce en una mejor gestión de la salud cardiometabólica”, dicen los investigadores en su estudio. “Además, también se ha demostrado que la ingesta de una dieta de alta densidad energética por la mañana -independientemente de los alimentos consumidos- aumenta la saciedad y puede reducir la cantidad total ingerida durante el resto del día”.
En la investigación participaron 3644 voluntarios del estudio prospectivo sobre dieta, cáncer y salud EPIC (siglas en inglés de European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) a los que se les hizo una historia de dieta y un análisis de sangre. De esta manera, los investigadores podían registrar la cantidad de hidratos de carbono, proteínas, grasas y fibra que cada persona ingería en cada comida que hacía a lo largo al día, así como el cómputo total.
Tras analizar los datos, los investigadores observaron que, en comparación con los participantes que consumían menos del 15 % - 30 % de las calorías del día en el desayuno, los que sí que ingerían estos porcentajes tenían un riesgo un 38 % menor de sufrir síndrome metabólico. Los factores relacionados con el síndrome metabólico que más se vieron afectados fueron la obesidad, la hipertensión y la diabetes.