Cigarros electrónicos, cannabis y acetato de vitamina E
Las autoridades estadounidenses están investigando un brote asociado al consumo de cigarrillos electrónicos que se ha saldado con varias decenas de muertos y miles de hospitalizados.
Desde su aparición en el mercado como un sustituto a los cigarros convencionales, el cigarrillo electrónico no ha estado exento de polémica. Cada vez son más las evidencias científicas que demuestran que ‘vapear’ no es inocuo para la salud, aunque todavía es necesario determinar cuáles de sus componentes son más dañinos.
En el año 2018, un trabajo publicado en la revista Environmental Research demostraba que los fumadores de cigarros electrónicos presentan en sangre diversos elementos inorgánicos que incluyen algunos considerados tóxicos por la Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades, así como de otros cuyos efectos sobre el organismo se desconocen, como el caso de las tierras raras. Otro trabajo publicado el mismo año en la revista Thorax alertaba de que el vapor del cigarro electrónico aumenta la inflamación del pulmón.
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) emitió en 2016 una declaración firmada en la que se pedía la regulación de los cigarrillos electrónicos como medicamento para ayudar a dejar de fumar, de forma que evite su uso indiscriminado. A su vez, alertaba de la necesidad de realizar más estudios que analicen en profundidad los efectos potencialmente tóxicos de las sustancias inhaladas al vapear.
THC y acetato de vitamina E
Ahora, la FDA (Food and Drug Administration) de EEUU está examinando un brote de 39 muertes confirmadas de usuarios de cigarrillos electrónicos y a unos 2.000 hospitalizados con daños severos. Como explican en este artículo de Nobbot, se encontró acetato de vitamina E en muestras del tejido pulmonar de los afectados, así como sustancias como THC (tetrahidrocannabinol, un psicotrópico derivado del cannabis) y nicotina en algunos casos.
Como indica la FDA en un comunicado, no se ha encontrado ningún producto o sustancia que esté involucrado en todos los casos, lo que indica que seguramente sean varios componentes de los cigarrillos electrónicos los causantes de las muertes, aunque se sabe que el THC está presente en la mayoría. Además, como ya hemos comentado, la agencia americana ha identificado una sustancia que en principio no estaba en el punto de mira, pero que podría tener la clave: el acetato de vitamina E. Este elemento puede formar bolas o coágulos al entrar en nuestros pulmones e impedir el correcto funcionamiento del sistema respiratorio.
Se trata de una sustancia que está prohibida en la Unión Europea, con políticas más restrictivas que las americanas, que históricamente se ha empleado en productos para la piel y cosméticos. En EEUU está prohibido su uso para la inhalación, por lo que los cigarrillos electrónicos vendidos en el mercado legal, teóricamente, no deberían llevar este compuesto. Sin embargo, los investigadores han encontrado su presencia en casi todas las muestras que contenían cannabis, por lo que creen que el acetato de vitamina E podría estar incluido en aceites cannábicos vendidos de forma ilegal.
El CDC (Centro de Control de Enfermedades estadounidense) recomienda a los usuarios no utilizar productos de cigarrillos electrónicos que contengan THC, en particular los que provengan de ‘fuentes informales’ como amigos, familiares o distribuidores on line.