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Artritis reumatoide. ¿Qué es? ¿Quién la padece? ¿Cuáles son los síntomas?

Ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo. Afecta fundamentalmente a las articulaciones –que se inflaman–, aunque puede manifestarse en prácticamente cualquier órgano.

La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica y autoinmune que afecta fundamentalmente a las articulaciones –que se inflaman–, aunque puede manifestarse en prácticamente cualquier órgano, “ya sea corazón, riñón, pulmón, células de la sangre...”, señala José Mª Pego Reigosa, reumatólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo y coordinador del Grupo de Trabajo de enfermedades autoinmunes de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Es una enfermedad, por tanto, sistémica.

La artritis reumatoide ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo, y daña en primer lugar, normalmente, las articulaciones más pequeñas, sobre todo aquellas que unen los dedos de las manos con las manos, y los dedos de los pies con los pies. No se debe confundir con la artrosis, en la que se va desgastando el cartílago articular (el tejido que recubre el hueso y actúa de amortiguador); en el caso de la artritis, tiene lugar una inflamación crónica de la membrana sinovial (algo así como la “bolsa” que recubre la articulación).

Los síntomas de la artritis reumatoide suelen estar relacionados con sensibilidad en las articulaciones al palparlas, así como encontrarlas calientes e hinchadas, pero también se dan casos de rigidez articular, cansancio, fiebre y ausencia de apetito.

Factores de riesgo

  • La artritis reumatoide es un mal que, como el lupus, afecta en mayor medida a las mujeres.
  • Suele diagnosticarse entre los treinta y cincuenta años. En España, esta dolencia afecta al 1,07 % de la población.
  • Si alguien de la familia tiene artritis reumatoide, tienes más posibilidades de desarrollar la enfermedad.
  • Fumar aumenta también el riesgo de contraer la enfermedad, sobre todo si se tiene predisposición genética. Además, este hábito nocivo parece estar asociado a que la artritis que se sufra sea más grave.
  • El sobrepeso parece aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Tratamiento de la artritis reumatoide

En cuanto a los tratamientos, "lo cierto es que han mejorado mucho en los últimos años, y, día tras día, no deja de crecer el arsenal terapéutico, así como el número de nuevas moléculas que son eficaces en ensayos clínicos”, apunta el doctor Pego, quien insiste en que gracias a todo esto la esperanza de vida “prácticamente se ha equiparado a la del resto de la población”. Sin embargo, el paciente con artritis debe asumir ciertos hábitos de vida saludables: “Entre ellos, el ejercicio físico, una dieta variada rica en calcio y asegurarse unos niveles adecuados de vitamina D para contrarrestar el efecto adverso de ciertos fármacos”. Finalmente, el experto destaca que la artritis reumatoide y otras enfermedades reumatológicas, como el lupus, aumentan “el riesgo cardiovascular, independientemente de los factores previos”, por lo que controlar de forma adecuada estas dolencias conlleva una reducción del riesgo de padecer también cardiopatías.

En las últimas décadas, se ha avanzado mucho en el conocimiento de la patogénesis de la artritis reumatoide, es decir, sobre qué moléculas median la inflamación y que conviene bloquear para tratarla. De momento, se sabe que hay “un par de anticuerpos que se asocian a la enfermedad y a un peor pronóstico, y se conocen como anticuerpos de factor reumatoide y anticuerpos antipéptido cíclico citrulinado (anti-CCP)”. Por otro lado, también se han identificado otros factores que predicen cómo de grave va a ser la enfermedad, como el número de articulaciones afectadas al principio y de manifestaciones radiológicas.

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