Colágeno para mejorar las articulaciones. ¿De verdad funciona?
Los suplementos de colágeno prometen aliviar el dolor de las articulaciones. ¿Merece la pena tomarlos?
Los suplementos de colágeno o colágeno hidrolizado son uno de los más habituales y quizá haya llegado a tus oídos que, a ti, que haces mucho deporte, te pueden venir de fábula para las articulaciones. ¿Qué hay de cierto en esta recomendación? ¿Realmente ayudan si te duele una rodilla o una muñeca o pueden prevenir futuros problemas articulares?
Para empezar, el colágeno tiene una función muy destacada en nuestro organismo. Se trata de una proteína que se encarga de formar fibras en la epidermis, en los músculos, huesos, cartílagos… Es la proteína que más abunda en el cuerpo humano, representando una tercera parte de nuestro contenido proteico total. Entre sus componentes se encuentran tres aminoácidos: glicina, prolina y lisina.
Tal y como nos explica Julia Jiménez, dietista-nutricionista y directora de la Consulta de Psiconutrición No Sé Qué Cenar, existen varias maneras de obtener colágeno. La primera sería ingiriéndolo a través de la dieta, con alimentos de origen animal como piel, huesos, cartílagos, caldos, gelatina…; la segunda por medio de suplementos (de origen animal) y la tercera sintetizándolo de forma endógena a partir de otras proteínas (caso de los que sigan dietas de origen vegetal).
“Cuando tomamos un suplemento ‘externo’, nuestro cuerpo separa los aminoácidos y se guarda cada uno de ellos para hacer lo que mejor considera. Y no, casi nunca vuelve a ser colágeno. Una cantidad elevada de colágeno hará que aumenten los aminoácidos en el cuerpo”, explica la farmacéutica y experta en seguridad alimentaria Gemma del Caño en su libro Ya no comemos como antes, ¡Y menos mal! (Paidós). Y recomienda, en todo caso, consumir carne o pescado.
“Ingerir colágeno a través de la alimentación o la suplementación no implica, de forma alguna, que ese colágeno vaya a ser utilizado para aliviar esa molestia en la articulación de tu muñeca derecha. Es más, quizás el cuerpo utilice los aminoácidos de ese colágeno (glicina, prolina y lisina) para formar otras proteínas como la insulina, la elastina o la queratina, por ejemplo. Sin embargo, lo que es seguro es que el cuerpo no podrá sintetizar correctamente el colágeno sin un aporte adecuado de los aminoácidos que lo componen”, afirma Jiménez.
Relacionado con el consumo de colágeno hidrolizado y sus supuestas bondades en el mantenimiento de las articulaciones, en 2011 la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó un estudio en el que se concluía que no se podía establecer una relación de causa-efecto entre el consumo de hidrolizado de colágeno y el mantenimiento de las articulaciones.
“Está bien si te tomas algún suplemento para subsanar un déficit, siempre que esta ingesta de pastillitas mágicas esté pautada por un médico, por ejemplo, un déficit de vitamina B12 por seguir una dieta vegana. Pero la idea esencial es que puedas adquirir vitaminas, minerales y demás sustancias gracias a una dieta saludable y variada repleta de buenos hábitos, como hacer ejercicio, descansar y comer frutas, verduras, frutos secos, huevos, cereales integrales, etcétera”, apunta Del Caño. “Nos preocupamos por tener la despensa llena de suplementos, pero se nos olvida que en lo más sencillo está la clave: comer alimentos”.