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El coronavirus llega a la Antártida

El continente más remoto del planeta tampoco se libra de la COVID-19. Era el único que no se había visto afectado por la pandemia. Hasta ahora.

Seco, frío y ventoso. Así es el continente más remoto del mundo. Debido a su inaccesibilidad, no se había dado ningún caso de COVID-19 en la Antártida. Ahora, lamentablemente, la población que reside en estaciones científicas ha confirmado múltiples casos del virus en una de ellas.


Un brote en la Antártida

El aislamiento había sido un garante protector de la pandemia durante el último año, pero esta semana han comunicado sus primeros 36 casos positivos en una base chilena remota rodeada de océanos e icebergs. El virus fue detectado en 26 militares chilenos y 10 trabajadores de mantenimiento en la Base General Bernardo O'Higgins Riquelme en la Península Antártica, tras ser examinados debido a que algunos de ellos habían presentado síntomas habituales de coronavirus.

Los pacientes que han dado positivo se encontraban en un grupo de 60 personas que ya han sido evacuadas de la base a la ciudad chilena de Punta Arenas y desde entonces se encuentran en aislamiento y rastreando todos sus contactos.


En vigilancia constante

El personal de la base "ya está debidamente aislado y monitoreado constantemente" por las autoridades de salud en Magallanes, en la Patagonia chilena, dijo el ejército, agregando que aún no ha habido complicaciones.
La base, ubicada en el punto más al norte de la Península Antártica, es la capital de la comuna antártica chilena Antártica. También es conocida como Puerto Covadonga y se estableció en 1948. La base General Bernardo O'Higgins Riquelme tiene capacidad para 60 personas, aunque la población suele variar entre 16 en invierno y 44 en verano. Se encuentra cerca del extremo más septentrional de la Península Antártica en la Antártida Occidental, lejos de las bases de Australia en la Antártida Oriental y un lugar difícil de alcanzar incluso en términos antárticos.
Las estaciones de investigación y militares en la Antártida, entre las más remotas del mundo, habían hecho todo lo posible en los últimos meses para mantener el virus lejos de este lugar, cancelando el turismo, reduciendo las actividades y el personal y bloqueando las instalaciones. Las bases son pequeñas, con personas que viven en estrecho contacto, y el movimiento generalmente se acelera en el verano austral, que comenzó en noviembre, cuando nuevos suministros y personas llegan al continente mientras otros se van. El continente ha permanecido libre del nuevo coronavirus y de la necesidad de prácticas de distanciamiento social, más tiempo que cualquier otro lugar de la Tierra. Hasta ahora.
La Armada de Chile afirmó, asimismo, haber detectado tres casos de COVID entre los 208 tripulantes de un barco que había navegado en la región antártica entre el 27 de noviembre y el 10 de diciembre.


Implicaciones


"La detección de casos de COVID-19 en la Antártida tendrá un impacto en una variedad de áreas, desde la planificación y logística de la actividad humana en el continente hasta la toma de decisiones de alto nivel", comentó a ABC NEWS Hanne Nielsen de la Universidad de Tasmania, quien forma parte de un proyecto que examina el impacto del coronavirus en la Antártida. También explicó que "la presencia de COVID-19 en la Antártida también tiene implicaciones para la vida silvestre local, con la amenaza de que los humanos transmitan el virus a otras especies".


Mapa del coronavirus en el mundo

Hasta el miércoles, han sido comunicados más de 78 millones de casos del coronavirus en todo el mundo, según datos de la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.). De todos ellos, Estados Unidos supera los 18 millones de casos de COVID-19, seguido de India y Brasil.

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