Comer huevos no sube el colesterol de los adolescentes
El estudio europeo HELENA sobre nutrición en adolescentes, liderado por la Universidad de Granada, España, ha demostrado que comer hasta siete huevos por semana en adolescentes no incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El estudio europeo HELENA sobre nutrición en adolescentes, liderado por la Universidad de Granada, España, ha demostrado que comer hasta siete huevos por semana en adolescentes no incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Esto se debe a que la cantidad de huevo ingerida no influye en el nivel de colesterol plasmático, siendo más perjudicial en este sentido la ingesta de grasas saturadas y las grasas trans (carne roja, bollería industrial) que la ingesta del colesterol presente de manera natural. El huevo contiene 200 miligramos de colesterol pero sólo 70 calorías y más grasas insaturadas que saturadas.
El estudio sugiere una revisión de las recomendaciones sanitarias respecto a este producto, que se reafirma tras décadas de mala fama como un alimento rico en nutrientes y fundamental en la etapa de crecimiento. La medicina del siglo XX relacionaba erróneamente la ingesta de más de dos huevos a la semana con factores de riesgo como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.
Como apunta Alberto Soriano Maldonado, primer autor del trabajo al Servicio de Información y Noticias Científicas, “tradicionalmente los profesionales de la salud mantenían que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, por ello en las últimas décadas ha habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública”. De hecho, para el investigador, “el huevo es un alimento barato y rico en proteínas de primera calidad, minerales, folatos y vitaminas del grupo B y, por tanto, puede aportar gran cantidad de los nutrientes que son necesarios en edad adolescente para un óptimo desarrollo”. De ahí la importancia de este tipo de investigaciones.
Al mismo tiempo, los investigadores advierten que será preciso ampliar la investigación a poblaciones con un mayor consumo de huevo al día.
Esto se debe a que la cantidad de huevo ingerida no influye en el nivel de colesterol plasmático, siendo más perjudicial en este sentido la ingesta de grasas saturadas y las grasas trans (carne roja, bollería industrial) que la ingesta del colesterol presente de manera natural. El huevo contiene 200 miligramos de colesterol pero sólo 70 calorías y más grasas insaturadas que saturadas.
El estudio sugiere una revisión de las recomendaciones sanitarias respecto a este producto, que se reafirma tras décadas de mala fama como un alimento rico en nutrientes y fundamental en la etapa de crecimiento. La medicina del siglo XX relacionaba erróneamente la ingesta de más de dos huevos a la semana con factores de riesgo como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.
Como apunta Alberto Soriano Maldonado, primer autor del trabajo al Servicio de Información y Noticias Científicas, “tradicionalmente los profesionales de la salud mantenían que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, por ello en las últimas décadas ha habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública”. De hecho, para el investigador, “el huevo es un alimento barato y rico en proteínas de primera calidad, minerales, folatos y vitaminas del grupo B y, por tanto, puede aportar gran cantidad de los nutrientes que son necesarios en edad adolescente para un óptimo desarrollo”. De ahí la importancia de este tipo de investigaciones.
Al mismo tiempo, los investigadores advierten que será preciso ampliar la investigación a poblaciones con un mayor consumo de huevo al día.