¿Los edulcorantes artificiales pueden provocar cáncer?
Algunos edulcorantes que se utilizan en alimentos y bebidas aumentan hasta un 13% el riesgo de cáncer, concluye un reciente estudio.
¿Son malos para la salud los edulcorantes artificiales? Muchos de ellos tienen mala prensa, como el aspartamo, pero otros sustitutos del azúcar tampoco se libran de la confusión. ¿Su consumo resulta dañino o es imperceptible? Ahora, un equipo de expertos del Instituto Nacional de Salud de Francia han llevado a cabo un estudio cuyos resultados arrojan más polémica a la balanza negativa de los edulcorantes artificiales al encontrar un vínculo entre los edulcorantes artificiales y el cáncer.
Desde la década de 1940, los estudios han relacionado el amplio uso de edulcorantes artificiales con el cáncer en ratones de laboratorio, pero en las últimas décadas, los estudios han sido descartados como no concluyentes por tratarse de roedores y no pacientes humanos.
Los nuevos datos
Los investigadores analizaron más de una década de datos de salud de 102 865 voluntarios franceses (provenientes del proyecto NutriNet-Santé iniciado en 2009). Las tres cuartas partes de los participantes eran mujeres y su promedio de edad de 42 años.
Los datos de este estudio ofrecen un poco más de detalle que los estudios observacionales generales, pues cada seis meses, los participantes del estudio completan tres registros dietéticos no consecutivos de 24 horas que enumeran todo lo que consumieron ese día, incluida toda la información de la marca comercial. Debido a que los edulcorantes artificiales son añadidos habitualmente a miles de alimentos diferentes, es complicado cuantificar con precisión el consumo, por lo que este estudio ofrece una forma razonablemente sólida de rastrear la ingesta de aditivos alimentarios específicos, aclaran los expertos en su estudio publicado en la revista PloS Medicine.
Alrededor del 37% de los participantes consumieron edulcorantes artificiales a sabiendas al menos una vez al día. Al final del estudio, 3 358 habían sido diagnosticados con cáncer. De estos, 982 eran cánceres de mama, 403 eran cánceres de próstata y 2 032 cánceres relacionados con la obesidad.
Descubrieron que el consumo de edulcorantes artificiales iba asociado a un mayor riesgo de cáncer. Específicamente, los científicos encontraron que aquellos que consumían cualquier tipo de edulcorante artificial tenían más probabilidades de desarrollar cáncer que aquellos que no lo consumían.
En particular, el aspartamo y el acesulfamo-K se relacionaron con un mayor riesgo de cáncer. Así, aquellos que consumían las cantidades más altas (79 mg por día) de edulcorantes artificiales tenían un 13% más de riesgo de cáncer en general en comparación con las que no tomaban ninguno. Se observaron mayores riesgos de cáncer de mama (22% más de riesgo para el aspartamo) y cánceres relacionados con la obesidad, dijeron los científicos.
Según los autores, "nuestros hallazgos no respaldan el uso de edulcorantes artificiales como alternativas seguras para el azúcar en alimentos o bebidas y ofrecen información importante y novedosa para abordar las controversias sobre sus posibles efectos adversos para la salud. Si bien estos resultados deben replicarse en otras cohortes a gran escala y mecanismos subyacentes aclarados por estudios experimentales, ofrecen evidencia suficiente para la reevaluación en curso de los edulcorantes aditivos alimentarios por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y otras agencias de salud a nivel mundial".

Edulcorantes artificiales
¿Qué edulcorantes artificiales se utilizan habitualmente en la UE?
La sacarina se descubrió en 1879 y podemos encontrarla en zumos de frutas, dulces, mermeladas y galletas, particularmente en aquellos con la etiqueta "bajo en grasa".
El aspartamo fue aprobado por la FDA en 1981 y se suele añadir a los refrescos, las bebidas energéticas, los postres, los dulces, los chicles y los productos para el control del peso.
El acesulfamo de potasio, aprobado en 1988, se usa en refrescos y batidos de proteínas y se añade a los medicamentos para hacerlos más agradables al gusto.
La sucralosa fue aprobada en 1998 y se usa prácticamente para los mismos productos que el aspartamo.
Referencia:
Charlotte Debras et al. Artificial sweeteners and cancer risk: Results from the NutriNet-Santé population-based cohort study. Published: March 24, 2022 PloS Medicine. DOI: https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1003950