Los hombres tienen más prejuicios que las mujeres hacia las personas obesas
Las actitudes antiobesos están muy extendidas. Sin embargo, existen diferencias individuales entre hombres y mujeres en la expresión de este tipo de prejuicio, según concluye un estudio de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) del que se hace eco la agencia SINC. Los investigadores han detectado que los varones son más intolerantes con las personas afectadas por la obesidad.
Las actitudes antiobesos están muy extendidas. Sin embargo, existen diferencias individuales entre hombres y mujeres en la expresión de este tipo de prejuicio, según concluye un estudio de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) del que se hace eco la agencia SINC. Los investigadores han detectado que los varones son más intolerantes con las personas afectadas por la obesidad.
“Estas diferencias se deben a que las mujeres interiorizan el ideal de delgadez imperante en la sociedad, mientras que los hombres lo externalizan mostrando actitudes negativas hacia las personas con obesidad. Esto se traduce en que las mujeres hacen suya la aspiración de delgadez, mientras que los hombres se limitan a juzgar desde fuera ese estándar”, aclara Alejandro Magallares, autor principal del estudio.
Como resultado, las mujeres puntuaron más alto en escalas relacionadas con los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), "precisamente por el hecho de que para una chica está mal visto saltarse la normal social de delgadez", mientras que los hombres lo hicieron en prejuicios hacia los que tienen algunos kilos de más. Antiguamente el sobrepeso o la obesidad eran un signo de estatus social, pero el rol de belleza ha cambiado con los siglos hasta llegar en la actualidad al extremo contario: la identificación de delgadez con una posición social elevada. Y lo más grave es que este prejuicio se relaciona con la controlabilidad, es decir, que es "el hecho de creer que la gente que tiene problemas de peso es por su propia culpa, lo que provoca que se las trate de forma vejatoria", señala el experto.
Magallares también destaca la tendencia de un aumento cada vez mayor de chicos con problemas relacionados con la conducta alimentaria. En concreto, las investigaciones apuntan a que la presión, en el caso de los varones, está orientada a conseguir un cuerpo musculado. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés) no recoge este tipo de trastorno como categoría diagnóstica, sin embargo, estudios clínicos hablan ya de vigorexia o dismorfia muscular, en referencia a la obsesión por un cuerpo sin grasa.