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¿Por qué no es bueno comer chicle?

¿Comes chicle habitualmente? ¿Te has parado a pensar alguna vez si comerlo es bueno o malo?

El chicle se ha ganado con los años una muy mala reputación. Hasta tal punto que hoy en día es visto por muchos como signo de mala educación. Expertos en etiqueta aseguran que mascar chicle en público es una mala costumbre, principalmente porque mucha gente lo hace con la boca abierta, y la verdad es que ver un pedazo de goma decolorado moverse de un lado a otro no es algo agradable para nadie. Sin mencionar lo extraño que es oler el chicle de la persona que está a tu lado. Y a esto se suma la lamentable frecuencia con la que uno se encuentra con chicles viejos pegados en la acera o debajo de mesas y sillas.

Pero todo esto está más bien relacionado con un tema de modales. Pocas veces se oye hablar del chicle en relación a la salud, y si se hace suele tratarse de suposiciones y mitos.

¿Qué opina la medicina acerca del chicle?

Gran parte de sus consumidores sostienen que los ayuda a mitigar el estrés y la ansiedad, y tiene sentido, pues es cierto que el chicle posee un efecto calmante. Después de mascar chicle, los niveles de cortisol (la hormona del estrés) en la saliva pueden reducirse hasta un 16%. A su vez, ensayos revelaron que mascar chicle puede aumentar considerablemente la concentración y el rendimiento cerebral. Todo esto podría deberse al mayor flujo de sangre al cerebro.

También está probado que el chicle ayuda a reducir la acidez, tanto en la boca como en el estómago. Cuando masticamos chicle, producimos más saliva. La saliva neutraliza el ácido de los alimentos y las bebidas, y además facilita el paso de los alimentos a lo largo del esófago. Esto también lo hace efectivo para evitar caries (si hablamos de chicles sin azúcar, claro), ya que la saliva arrastra los restos de alimentos y neutraliza los ácidos producidos por bacterias. Además, muchos de los edulcorantes utilizados para endulzar inhiben el crecimiento de algunas bacterias que producen caries.

El aumento de saliva también genera una mayor cantidad de calcio y fosfato, que ayudan a fortalecer el esmalte dental. Y los de menta incluso son efectivos para aliviar las náuseas, ya que los componentes de la menta disminuyen las contracciones del estómago, reduciendo los efectos del mareo.

¿Entonces esto significa que chicle es una maravilla y es recomendado por expertos?

No necesariamente. Como todo, no hay blancos ni negros, y ademas de ventajas, tiene desventajas.

En primer lugar, está el daño bucal que producen los chicles con azúcar, ya que el azúcar es utilizado por las bacterias de la placa para producir ácidos que generan caries. Pero incluso los chicles que no contienen azúcar contienen saborizantes y conservadores ácidos que causan desgaste dental, descalcificando las piezas hasta pulverizarlas con el tiempo. Y aún más peligroso es en las personas que tienen empastes de mercurio (amalgamas) en sus dientes. Según expertos, cada vez que se mastica chicle, se libera vapor de mercurio, el cual llega al torrente sanguíneo, provocando procesos oxidativos en sus tejidos.

Además, algunos chicles sin azúcar contienen sorbitol, y este, consumido en exceso puede tener un efecto laxante. Si esto pasa desapercibido o se mantiene en el tiempo, podría llevar a una pérdida de peso peligrosa.

Y hablando de la pérdida de peso, hay muchos que utilizan los chicles para “engañar al estómago”, haciéndole creer que está lleno para no consumir alimentos entre comidas. Mascar chicle da una saciedad sensorial, especialmente si es dulce, y por ende reduce el antojo de comer cosas dulces más calóricas. Pero engañar al organismo con mucho tiempo de masticación y nada en el estómago no es bueno: puede generar gases, acidez, irritación intestinal e incluso diarreas.

Muchos también lo utilizan simplemente para refrescar el aliento, y esto por sí solo no es malo, pero puede ser muy peligroso si sustituye al cepillado de dientes.

Otro potencial peligro es el dolor de mandíbula. Mascar chicle fuerza las articulaciones témporo-mandibulares y si estas se desgastan, el cierre de la boca se altera. Hasta se puede generar lo que se denomina el Trastorno de la Articulación Temporomandibular, el cual consiste en un desequilibrio en la unión entre la mandíbula y los músculos de la masticación. Aunque esto es algo que ocurre cuando se consume en exceso. Y a decir verdad, la mayoría de los efectos perjudiciales del chicle ocurren si uno se excede en su consumo.

Así que no es necesario tachar al chicle como un alimento prohibido, pero se recomienda moderar su consumo y fijarse bien en los ingredientes que contiene.

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