¿Cuál es la diferencia entre el VIH y el SIDA?
¿Son SIDA y VIH lo mismo? ¿Cuál es la diferencia entre VIH y SIDA? Hoy aprenderemos de una vez por todas todo lo que necesitamos saber.
Existen muchas enfermedades, muchos virus y muchas condiciones médicas que tienen nombres propios o que se llaman de diferente manera dependiendo del país de origen. Adjetivos que a priori no tienen nada que ver con la enfermedad de la que hablan y diagnósticos de lo más variopinto.
No es de extrañar que con el síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) pase algo parecido.
Pero, ¿Por qué estamos hablando hoy de esto?
Pues porque el pasado 8 de febrero del año 2022 nos dejaba el Dr. Luc Montagnier, virólogo quien junto con su equipo de investigación en el año 1983 descubrieron el VIH.
Y oye, que menos mal que le pusieron este nombre, ya que un año más tarde el equipo del investigador estadounidense Robert Gallo, confirmando el descubrimiento del virus responsable del SIDA, decidieron bautizarlo otra vez con el nombre “virus T-linfotrópico tipo III (HTLV-III)”. Y, no se, llámame loco, pero VIH me parece mucho más sencillo de recordar.
Como curiosidad déjame que te cuente que el nombre SIDA o en inglés Acquired Immune Deficiency Syndrome (AIDS), fue incorporado definitivamente en 1982, y descartaron algunos nombres como por ejemplo la Gay-related immune deficiency (GRID).
Vale, ya tenemos los hechos históricos, ya hemos centrado la historia y ya sabemos por qué la gente de Muy Interesante ha decidido traernos el tema del VIH y SIDA. Pero, ¿por qué es importante para mí conocer la diferencia?
Además de porque podría ayudarte a responder bien una pregunta del trivial, porque es crucial para entender el mundo en el que vivimos. Hoy en día, infectarse con VIH puede ser algo traumático, pero nada que ver con lo que sucedía hace unos años. El conocimiento de las vías de transmisión, los diferentes métodos para prevenir la infección y los innumerables tratamientos que están surgiendo todos los días han conseguido convertir la infección por VIH en una enfermedad crónica.
Es más, ¿sabías que hace poco una gran farmacéutica ha iniciado sus estudios con humanos para la vacuna contra el VIH utilizando tecnología mRNA? ¡Alucinante!
Vale, pero, centremos los tiros.
¿Qué es exactamente el SIDA?
Una vez que tenemos claro que una persona que se infecta con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) pasará a llamarse “persona infectada por VIH”, hablemos de qué es el SIDA.
Para ser más exactos y precisos (como buen divulgador científico me toca serlo), estaríamos hablando de un espectro de enfermedades causadas por el VIH. Aquí realmente abrimos una caja de pandora, y ya que estamos, hablemos de las mismas.
Para diferenciarlas, a día de hoy las dividimos en tres grupos: Categoría A, B y C.
Y para hilar aún más fino, déjame que traiga al artículo de hoy a los linfocitos T CD4. Estos amigos, también conocidos coloquialmente como linfocitos T4, son glóbulos blancos que luchan contra infecciones y son fundamentales en el sistema inmunitario. Conocer la cantidad de CD4 en el cuerpo es fundamental para las personas infectadas con el VIH.
Y claro, ahora te he dejado con las ganas de saber por qué son importantes. Pues voy yo, y te lo cuento. El VIH ataca y destruye los CD4. El problema realmente viene cuando se pierden demasiados CD4, ya que el sistema inmune tiene serios problemas para combatir las infecciones. No CD4, no defensas, por lo tanto, más vulnerable a sufrir infecciones y enfermedades bastante complicadas.
Y dependiendo de la cantidad de CD4 que tengamos en el cuerpo podremos padecer de un tipo de infecciones u otras. Para que esto quede más claro, y como decía Jack el Destripador, vayamos por partes (o hablemos de las 3 categorías principales):
Categoría A (si tus CD4 son más de 500 células por milímetro cúbico): normalmente son pacientes con infección primaria o asintomáticos.
Categoría B (tus CD4 están entre 200 - 499 células por milímetro cúbico): pacientes que presentan o hayan presentado síntomas que no pertenecen a la categoría C, pero que están relacionados con la infección de VIH.
Categoría C (tus CD están por debajo de 200 células por milímetro cúbico): personas que presentan o han presentado algunas complicaciones incluidas en la definición de sida del año 1987 de la OMS.
Ahora bien, podría tirarme artículos y artículos hablando sobre cada una de las enfermedades de la Categoría C (como algunos tipos de tumores específicos, síndromes propios de la infección por VIH) pero no nos perdamos por las ramas.
Para resolver la eterna pregunta de ¿cuándo podemos hablar de SIDA? hagámoslo con una breve y clara respuesta: Podemos hablar de diagnóstico de SIDA cuando las personas tienen un recuento de CD4 por debajo de 200 células/mm o cuando comienzan a presentar ciertas infecciones oportunistas o enfermedades de la categoría C.
Espero que finalmente te haya quedado clara la diferencia entre VIH y SIDA y si alguna vez oyes a alguien utilizar los términos (no intercambiables) de manera incorrecta, les expliques por qué no deberíamos utilizarlos como sinónimos y les ayudes a entender más esta rama del conocimiento tan bonita: la Medicina.
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