¿Qué provoca la oxitocina en un parto?
¿Habías oído hablar antes de la oxitocina? Esta hormona cumple un papel esencial durante el parto. Conoce más sobre ella en este artículo donde te hablamos sobre qué es, qué funciones que desarrolla y cómo actúa.
La oxitocina es una hormona producida en el hipotálamo y liberada al torrente sanguíneo a través de la neurohipófisis.
La oxitocina posee funciones neuromoduladoras, relacionadas con los estados de ánimo y con los afectos, pero también desempeña funciones de control fisiológico, siendo su papel en el parto y durante la lactancia uno de los más conocidos.
Funciones de la oxitocina durante el parto
En primer lugar hay que distinguir entre la oxitocina natural, segregada por el hipotálamo y transportada por la proteína neurofisina, de la oxitocina artificial que se emplea con fines farmacológicos, precisamente para inducir o facilitar algunos partos.
La oxitocina natural segregada en mayor concentración desde el momento en que la mujer rompe aguas para estimular las contracciones uterinas no presenta los posibles efectos adversos de una sobredosis de oxitocina sintética, la cual debe ser inyectada por vía intravenosa, dado que los enlaces peptídicos se rompen en contacto con los jugos gástricos.
El estímulo que dispara la producción de oxitocina natural durante el parto es la distensión del cuello uterino (reflejo de Ferguson), y presenta un papel determinante para que la dilatación del cérvix uterino continúe. El papel de la oxitocina natural en la fisiología del parto vaginal se hace más importante durante las fases secundaria y terciaria del parto. Posteriormente, tras dar a luz produce ligeras contracciones uterinas durante las primeras semanas del periodo de lactancia, con el fin de ayudar a la recuperación del útero y del área que estaba unida a la placenta.
Sin embargo, algunos experimentos realizados con ratones plantean interrogantes sobre el papel de la oxitocina en el parto y sobre si su efecto es realmente tan determinante (Takayanagi, Yuki. Pervasive social deficits, but normal parturition, in oxytocin receptor-deficient mice. Proc Natl Acad Sci USA November 1, 2005. Doi: 102 (44) 16096-16101).
En cuanto al papel de la oxitocina sintética, su uso no debe ser el de inducir el parto, entendiendo como tal producir su comienzo, salvo en casos muy concretos. Más bien, la oxitocina inyectable se usa para facilitar el parto aumentando las contracciones. Por ejemplo, se dan casos en los que la mujer rompe aguas de manera natural pero no hay contracciones uterinas, y entonces una de las posibles soluciones es el tratamiento con oxitocina intravenosa.
La inducción al parto, sea por el método que sea, y el uso de oxitocina sintética es uno de ellos, pueden tener riesgos o efectos secundarios, de ahí la importancia de que sean los médicos quienes decidan cuándo es necesario recurrir a estos procedimientos y cuándo se puede esperar y observar la evolución de la recta final del embarazo. Cuando se necesita inyectar oxitocina a una parturienta se realiza controlando las dosis, para usar la menor dosis efectiva y reducir los posibles efectos adversos.
En resumen, hemos visto que la oxitocina es una hormona capaz de controlar diferentes funciones, unas cerebrales y otros fisiológicas.
Existe la oxitocina natural, producida en el hipotálamo, y una versión sintética que se emplea con fines médicos solo cuando está indicada. En cualquier caso, ginecólogos y obstetras son quienes deben evaluar la conveniencia o no del uso de oxitocina sintética ante partos con complicaciones.