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Por qué las noticias falsas sobre coronavirus son tan atrayentes

Cuando las personas tienen miedo, buscan información para reducir la incertidumbre. Pero no todos los datos que se difunden estos días en internet son de fiar.

Las medidas de aislamiento tomadas por algunos países de Europa, como Italia y España, han provocado que la gente deba recluirse en sus hogares sin la posibilidad de realizar actividades de ocio en el exterior. Como consecuencia, aumenta el tiempo que los usuarios de internet dedican a informarse, y también, a desinformarse, sobre la pandemia del virus SARS-CoV-2, o nuevo coronavirus.

La Universidad de Standford, a través del sitio web phys.org, publica esta semana una entrevista con Jeff Hancock, profesor de Comunicación en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. En ella, Hancock alerta de que las redes sociales, si bien pueden ser una herramienta excelente para comunicarnos con nuestros seres queridos durante el aislamiento, también resultarían una fuente de información errónea y llena de malos consejos que pueden resultar muy peligrosos.

Las redes sociales están demonizadas y encumbradas a partes iguales. Si bien un uso abusivo puede resultar perjudicial, el social media también es una vía de conexión importante con nuestros amigos y familiares. “Esta conexión con nuestros seres queridos es increíblemente importante para nuestra salud psicológica en estos momentos de distanciamiento social”, explica Hancock. No obstante, el exceso de información sobre determinado tema puede aumentar nuestra ansiedad hacia él, ya que el ser humano tiende a prestar atención a las malas noticias. Según el experto: “En comparación con las noticias reales, las fake news tienden a incluir información que es más sorprendente, molesta o está orientada a provocar ira o ansiedad”.

Por otro lado, estamos viviendo en el mundo una situación extraordinaria, y las reacciones humanas ante la alarma se reflejan, también, en las redes sociales. “La forma de comunicarnos en internet refleja en gran medida nuestros temores y preocupaciones respecto al virus, y esto no debería sorprendernos. A medida que las personas luchan para obtener más información al respecto, para hacer frente a las interrupciones en su vida normal y tratar de comprender cómo deben lidiar con ellas, están utilizando las redes sociales para lograr esos objetivos y expresar su miedo e incertidumbre”, explica Hancock.

Lo que cuenta Jeff Hancock, por un lado, es un acontecimiento antropológico maravilloso. Pero, por otro, lleva consigo la difusión de fake news, que podrían aumentar aún más una ansiedad o incertidumbre ya existentes.

Entonces, ¿qué lleva a las personas a creer información engañosa o, incluso, peligrosa?

Cuando las personas tienen miedo, buscan información para reducir la incertidumbre. Esto puede hacer que las personas crean información que puede ser incorrecta o engañosa porque les ayuda a sentirse mejor o les permite culpar a los demás por lo que está sucediendo”, explica Hancock.

Esto explicaría por qué las teorías de conspiración se vuelven tan famosas, como el terraplanismo.

Y, por otro lado, ¿qué llevaría a las plataformas de contenidos o a los usuarios de redes sociales como influencers a difundir informaciones falsas? Para Hancock, el dinero es la motivación principal: “Debido a que los modelos de negocio de los medios se basan en la economía de la atención, los malos comunicadores crean información errónea sobre el coronavirus para que las personas atiendan su contenido y, en última instancia, ganen dinero con esa atención”. También la ideología parece cumplir un papel en esta cuestión, según el experto: “Una segunda motivación es el partidismo. Los fanáticos intentan culpar a los opositores políticos de la crisis. Por último, la tercera motivación principal es tratar de perturbar y confundir al público”.

Cómo aprender a distinguir y evitar informaciones falsas

Por tanto, para que las personas puedan discernir la información falsa sobre el nuevo coronavirus es importante verificar la información relacionada con la salud de las fuentes oficiales. Si el sitio web tiene buena reputación, siempre ofrecerá referencias contrastables. En cambio, las señales que deberían levantar sospechas incluyen fuentes desconocidas, números inusuales de ‘me gusta’ y memes centrados en temas partidistas.

No obstante, cabe destacar que la información sobre el COVID-19 es todavía confusa y cambiante, hasta para los propios expertos. Por eso, es importante que un medio de comunicación de referencia ofrezca información bien contextualizada. Es mejor no dar nada por seguro hasta que contemos con confirmaciones de organismos oficiales.

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