¿Cuánta atención puede prestar una mosca?
Un equipo de neurocientíficos australianos y alemanes ha encontrado el modo de medir el nivel de atención de una diminuta mosca de la fruta. Su trabajo, publicado en el último número de la revista Journal of Neuroscience, servirá para entender mejor los problemas de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y de autismo en humanos.
Un equipo de neurocientíficos australianos y alemanes ha encontrado el modo de medir la atención de una mosca. Su trabajo, publicado en la revista Journal of Neuroscience, servirá para entender mejor los problemas de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y de autismo en humanos.
Combinando técnicas de análisis genético con imágenes cerebrales y tests de comportamiento, Bruno van Swinderen, del Instituto del Cerebro de Queensland (Austrlia), y Björn Brembs, de la Universidad Freie (Alemania), han identificado las mutaciones genéticas que aumentan o reducen la atención en la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster). "Hemos desarrollado una mosca mutada a la que resulta casi imposible distraer, y mosca demasiado dispersa", explica Swinderen. En ambos casos el resultado es el mismo: son incapaces de aprender y memorizar. Sin embargo, cuando se suministra a estos insectos metilfenidato - más conocido por la marca comercial Ritalin -, usado para tratar pacientes con ADHD, las moscas con déficit de atención consiguen atender a los estímulos visuales.
A la vista de los resultados, los investigadores concluyen que las rutas cerebrales de la atención en las moscas y los humanos son muy similares. Es más, según señala Brembs ?estos sorprendentes paralelismos apuntan hacia una organización funcional común de ambos cerebros?, lo que convierte a la mosca de la fruta en un buen modelo para estudios de neurociencia.