¿Cómo puede China construir un hospital en 10 días?
La grave crisis sanitaria causada por el coronavirus en la ciudad de Wuhan ha obligado a las autoridades chinas a actuar en un tiempo récord.
El 31 de diciembre de 2019 los medios de comunicación chinos confirmaron que había 44 casos de personas afectadas por un coronavirus, tipo de virus que posee un característico anillo de proteínas que lo rodea como una corona, en Wuhan. Precisamente ha sido esta ciudad la que da nombre al coronavirus y donde se encuentra el principal foco, por lo que las autoridades chinas han decidido convertirla en zona de cuarentena, junto a otras grandes ciudades en las que los casos han prosperado enormemente. Con casi 5.000 afectados en la región de Hubei, las autoridades chinas están llevando a cabo una tarea increíble: construir un hospital totalmente operativo y con capacidad para 1.000 personas en solo 10 días.
¿Parece imposible, verdad? No hablamos solo de levantar un edifico con esas capacidades en tan poco tiempo sino que, al tratarse de un hospital, deben tenerse en cuenta unas características de higiene, esterilización, aislamiento o incluso energéticas para que funcione de manera adecuada y pueda atenderse correctamente a los pacientes. Pero China no solo tiene los medios suficientes como para lograrlo, sino que también tiene la experiencia de haberlo hecho en otras ocasiones.
Estructuras prefabricadas y poca burocracia
El nuevo hospital de Wuhan se llamará Huoshenshan Hospital, tendrá una superficie de 25.000 metros cuadrados y una capacidad estimada de entre 700 y 1.000 camas que podrán ser utilizadas por los afectados, si todo va según lo previsto, a partir del día 2 de febrero. Para comprender cómo China pretende tener un hospital operativo en poco más de una semana hay que buscar dos razones básicas: el uso de materiales prefabricados y la estructura vertical de la sociedad china.
El primero es cada vez más común en la arquitectura general y con mayor motivo si se trata de un caso de extrema urgencia como el que nos ocupa. La construcción prefabricada o construcción modular se basa, según la empresa Neoblock, en el uso de “un sistema de creación y ensamble de módulos estandarizados habitables que permiten crear espacios únicos de diseño”. En lugar de construir cada estructura, pared y sala en la propia zona de obra, se emplean modelos diseñados con unas características concretas y construidos con anterioridad, siendo necesario únicamente su colocación y ensamblaje en el lugar donde se erigirá el edificio en cuestión. Para el Huoshenshan Hospital de Wuhan, el terreno está siendo preparado por maquinaria pesada como excavadoras y buldócers para luego montar la estructura y las salas modulares maximizando la rapidez y minimizando costes y desperdicio de material.
Hay que entender que la construcción de Wuhan no será un hospital normal como los que se podrían encontrar en otras circunstancias. No está pensado para una larga vida útil, sino como una solución muy centrada en criterios utilitaristas que pretende responder a una situación extraordinaria como es esta.
El otro gran factor a tener en cuenta, como ya hemos adelantado, es la estructura vertical de la sociedad china. El gigante asiático presenta un modelo en el que las altas cúpulas del gobierno tienen gran poder y libertad de decisión, pudiendo saltarse los procedimientos burocráticos y alterando las condiciones estándar según lo consideren necesario. ¿Qué significa esto? Pues que las autoridades de Wuhan, con el respaldo del gobierno chino, puede movilizar los recursos como la mano de obra o el personal especializado que necesiten en muy poco tiempo. Un ejemplo claro de este hecho es que a los trabajadores que están en las obras del nuevo hospital de Wuhan, según informa el diario South China Morning Post, se les ofrece tres veces el salario habitual de ese puesto. También resulta llamativo saber que Wuhan podrá tomar los medicamentos y materiales médicos necesarios de otros hospitales, así como solicitarlos directamente a los fabricantes.
La estrategia de las autoridades chinas para controlar y tratar el coronavirus en su foco más importante pasan por la construcción de un segundo hospital (Leishenshan Hospital) con una capacidad de 1.600 camas, todavía mayor que la del Huoshenshan Hospital, y que se espera que empiece a funcionar el día 5 de febrero.
Experiencia previa
La crisis provocada por el coronavirus de Wuhan no ha sido la primera a la que China ha tenido que hacer frente. En 2003, la ciudad de Beijing tuvo que construir el Hospital Xiaotangshan en un plazo de siete días para poder tratar a los casos del coronavirus SARS (Síndrome respiratorio agudo y grave). Cerca de 4.000 personas trabajaron día y noche para poder cumplir con los plazos establecidos para un centro que contaba con sala de tomografía computarizada, sala de rayos X, cuidados intensivos y laboratorio.
Los procedimientos y acciones tomadas por las autoridades con el coronavirus de Wuhan están basados en los que se siguieron durante la crisis de 2003.