El viaje del alimoche

A finales de agosto los responsables del proyecto El viaje del alimoche colocaron un sistema satélite de seguimiento a cuatro alimoches, Sahel, Trigo, Duna y Vegade, de la colonia reproductora de las Hoces del Río Riaza, en Segovia, que permitirán seguir por tecnología GPS los desplazamientos de los ejemplares de una de las rapaces más amenazadas.

El seguimiento abarca desde la salida del monte de la Vega , en Segovia, hasta la franja del Sahel, en el Sahara, donde las aves permanecerán durante el invierno. Los alimoches cubren así cerca de 3.000 kilómetros y llegan a volar a alturas de 2.000 metros.

El alimoche o buitre egipcio -Neophron percnopteru-, es el más pequeño de los buitres ibéricos, cría en cantiles y roquedos, próximos a extensas áreas abiertas.

Durante más de 10 años, WWF colocó radiotransmisores a alimoches de la zona de las Hoces del Riaza. El principal problema surgía a la hora de su migración anual a tierras africanas, ya que el rastro se perdía una vez que los alimoches se alejaban de un radio de cobertura de unos 100 km. Desde julio de 2009 los antiguos radiotransmisores han sido reemplazados con unos modernos transmisores satélite.

El alimoche se alimenta de restos de carroña de ganado, reptiles y conejos, lo que le convierte en el ‘basurero del campo’, dándole una misión fundamental a su vida. La mayor amenaza para esta especie es el uso de veneno así como los accidentes con tendidos eléctricos.

Con un sistema de seguimiento por satélite, podremos saber la ubicación exacta de cada ave, las zonas que sobrevuelan y las amenazas que van superando.