Los pingüinos Adelia de la Antártida

Ningún otro animal personifica el espíritu de lucha de la vida enfrentada a los elementos como el pingüino Adelia (Pygoscelis adeliae) de la Antártida, también conocido “pingüino de ojo blanco”.

Los pingüinos Adelia son divertidamente torpes sobre tierra, pero casi “vuelan” en el agua. Se alimentan fundamentalmente de krill, aunque también pescan peces y calamares.

Estas aves anidan en colonias donde se pueden reunir hasta 200.000 parejas. Ponen uno o dos huevos. La incubación dura de 32 a 38 días y es efectuada por los dos progenitores, que se turnan: mientras uno se hace responsable del nido el otro va a pescar durante varios días.

Los pingüinos Adelia, inconfundibles por su característico plumaje en "esmoquin", alcanzan los 70 centímetros de altura y pueden pesar hasta 5,8.

Según Ángela Posada-Swafford, que ha pasado unos días entre pingüinos Adelia, son “una caricatura de la vida humana”. “Viven en colonias que parecen ciudades y siempre andan contoneándose a toda carrera, como si tuvieran cosas importantísimas que hacer”, asegura.