El susurro de los murciélagos

Para averigaurlo, Matt Zeale y sus colegas de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Brystol (Reino Unido) midieron cómo los insectos detectaban a sus potenciales predadores mediante la recopilación de la actividad de los nervios auditivos de las polillas cuando "rastrean la posición de los murciélagos".
"Registrar la actividad de los oídos de las polillas en la naturaleza ha revelado datos emocionantes", asegura Zeale, que ha descubierto que mientras que las polillas pueden detectar a otros tipos de murciélagos más de 30 metros de distancia, los Barbastella son 100 veces más silenciosos, ya que han desarrollado una especie de "susurro" que los hace detectables a tan sólo 3,5 metros... Demasiado cerca para que los insectos puedan huir, según explican los científicos en el último número de la revista Current Biology.