Dos generaciones de monos transgénicos

Sasaki y su equipo utilizaron ADN viral como vehículo para introducir genes de la fluorescencia verde (GFP) en 91 embriones de tití común (Callithrix jacchus), de los que nacieron cinco bebés. El gen no sólo se integró totalmente en el ADN de estos titís, sino que también pasó con éxito a todos sus descendientes.
Según los autores, la investigación abre "una nueva era en la utilización de los primates como modelos de enfermedades humanas".