¿Cuál es la mejor forma de retirar plantas invasoras?
Con las especies invasoras más vale prevenir que lamentar; pero, cuando el problema ya está presente, es necesario actuar, y existen tres métodos para ello.

Las especies invasoras representan uno de los mayores problemas ecológicos actuales. Junto con el cambio climático, son la causa de una pérdida alarmante de biodiversidad, con impactos importantes sobre la agricultura, la ganadería, las infraestructuras e incluso sobre la salud humana.
Aunque el fenómeno de la invasión biológica es mucho más llamativo respecto a las especies animales, las plantas, con su ritmo más lento y su actividad más sutil, pueden llegar a ser poderosas invasoras que arrasan con ecosistemas enteros de manera silenciosa.

Chumbera, una especie invasora en España.
Mejor prevenir que lamentar
En todo caso, la mejor manera de luchar contra las especies invasoras es la prevención. Hay métodos que permiten predecir su potencialidad invasora, mediante el análisis de los rasgos de las especies que se transportan y su viabilidad en el clima del ecosistema en el que se introducen.
Una serie de grupos de investigación han desarrollado distintas metodologías para establecer listas de especies sobre las que priorizar las acciones preventivas y evitar que se conviertan en especies invasoras en el futuro.
Sin embargo, cuando ya existen poblaciones establecidas e invadiendo, la prevención cede el paso a los métodos de control, gestión y manejo de esas poblaciones, con el fin de erradicarlas en la medida de lo posible, y si no es posible, controlar su expansión y mitigar los impactos que puedan causar.
Para eliminar o controlar una población de plantas exóticas se suelen considerar tres métodos: mecánicos, químicos y biológicos, que pueden aplicarse solos o en combinación, y cuya eficacia depende mucho de cada caso; aunque siempre la aplicación de estos métodos debe estar adecuadamente informada por el conocimiento científico y tener en cuenta, también, el impacto de estas acciones sobre el ecosistema y sobre la sociedad.

Plumero de la Pampa, una especie invasora en España
El método mecánico
El método más habitual, y normalmente el más eficaz en cuanto al menor impacto ambiental, es la extracción mecánica. Básicamente, consiste en extraer las plantas, ya sea manualmente, empleando brigadas de personal formado, o mediante maquinaria de distinta envergadura, en función del tamaño de las plantas y el volumen de la población a retirar. El empleo de maquinaria pesada podría tener cierto impacto negativo sobre el ecosistema; de ahí la necesidad de una planificación bien detallada antes de iniciar las acciones de extracción.
Además, la extracción mecánica puede tener efectos indeseados. Algunas plantas, como el plumero de la Pampa (Cortaderia selloana), producen una gran cantidad de semillas que, al ser removidas, son liberadas al aire y flotan libremente con el viento. Si en las labores de extracción y de transporte de los restos extraídos no se tiene la precaución adecuada, la acción misma puede desencadenar un nuevo proceso invasivo, y causar más problemas de los que se pretenden solucionar.

Árbol del cielo, una especie invasora en España
El método químico
Solo o en combinación con otros métodos, el método químico de control suele tener, también, una alta eficacia si se utiliza adecuadamente. No obstante, los riesgos de su uso pueden ser elevados, especialmente si se lleva a cabo en el medio natural.
Es más frecuente utilizar el método químico en entornos urbanos, para limitar el crecimiento de plantas en espacios ajenos a parques y jardines. Por ejemplo, en lugares donde hay árboles del cielo (Ailanthus altissima), especie invasora presente en la mayoría de los parques urbanos de España, es habitual que sus semillas se dispersen por otros lugares y germinen en grietas de muros, aceras o carreteras con mal mantenimiento.
Combinar la eliminación mecánica con desbrozadora y el uso de glifosato como herbicida, sobre las plantas jóvenes que surgen en estos entornos, da muy buenos resultados. Con la eliminación mecánica se eliminan las partes aéreas, y el herbicida penetra fácilmente a través de las heridas en los tejidos de las raíces, matando las plantas y evitando que vuelvan a rebrotar.
Esta misma combinación también da resultado con los árboles adultos. Talar el ejemplar no es suficiente, pues el árbol del cielo rebrota muy fácilmente a través de las raíces, y eliminar estas también es inviable, pues se extienden demasiado por debajo del suelo e implicaría grandes obras que, generalmente, son irrealizables. Para lograr el éxito, lo más indicado es barrenar el tocón y aplicar sustancias que inhiban el rebrote.

Eucalipto, una especie invasora en España
El método biológico
El uso del control biológico es el más complejo. Requiere de estudios muy cuidadosos y análisis de previsión muy precisos.
En general, es raro que una especie carezca de enemigos naturales que se alimenten de ella o la parasiten, en su rango nativo de distribución. Cuando una especie es introducida en un entorno nuevo y se convierte en invasora, no se vuelve inmune a sus enemigos naturales, por lo tanto, pueden ser utilizados como método biológico de control. Pero es imprescindible un análisis en profundidad para evitar que la nueva especie introducida para el control de la invasora no se convierta, a su vez, en invasora y provoque un problema añadido similar al que se quiere solucionar.
Los mejores controles biológicos son aquellos organismos altamente específicos, es decir, que se alimentan o parasitan exclusivamente a una especie o a un grupo muy concreto de especies. Dos casos que destacan son el gorgojo del eucalipto (Gonipterus scutellatus) y la cochinilla de la chumbera (Dactylopios opuntiae), ambos insectos capaces de eliminar, respectivamente, eucaliptos y chumberas, especies con alto carácter invasor en España.
Irónicamente, el gorgojo del eucalipto, que podría funcionar como control biológico para las invasiones de eucalipto, está considerado insecto plaga para su cultivo, que reporta grandes beneficios económicos a determinadas empresas. Aún más irónico resulta que la medida considerada más eficaz contra el insecto es, de hecho, el control biológico, en este caso mediante el uso de avispas parasitoides de la especie Anaphes nitens, específica del gorgojo.
Evaluación de los resultados
Los métodos de control y gestión de especies invasoras tienen que estar, como ya se ha mencionado, adecuadamente informados por la ciencia. Pero, además, debe hacerse un seguimiento y monitorización continua del proceso, para evaluar su eficacia.
Si ante una población invasora, un método resulta no ser todo lo eficaz que se esperaba, o provoca un impacto negativo mayor del que pretende resolver, debe plantearse una alternativa o una mejora. Si surgen impactos inesperados, debe ponerse solución lo antes posible.
En todo caso, como afirmamos al principio, más vale prevenir que lamentar. La forma más rápida, eficaz y barata de luchar contra una especie invasora es evitar que se convierta en un problema en primer lugar. Para ello, la ciencia tiene métodos de predicción, pero en consonancia con ella deben ir las autoridades competentes y la conciencia social.
Referencias:
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