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Los simios no viven atrapados en el tiempo

Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, ha demostrado que los grandes simios no tienen una memoria tan limitada como se creía hasta el momento. De hecho han demostrado que los chimpancés y los orangutanes son capaces de recordar eventos personales hasta tres años después de que ocurran. Hasta el momento solo se habían certificado recuerdos de hasta 72 horas antes.

Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, ha demostrado que los grandes simios no tienen una memoria tan limitada como se creía hasta el momento. De hecho han demostrado que los chimpancés y los orangutanes son capaces de recordar eventos personales hasta tres años después de que ocurran. Hasta el momento solo se habían certificado recuerdos de hasta 72 horas antes.

La memoria a largo plazo de los simios es mucho mayor de lo que se creía. Para comprobarlo los científicos obligaron a los simios, hace tres años, a realizar una tarea tan solo cuatro veces. Exactamente  debían utilizar una herramienta adecuada, de todas las que estaban dentro de una caja, para alcanzar fruta que estaba fuera de su alcance. Después de varios años repitieron el juego en las habitaciones con los mismos simios (nueve chimpancés y cinco orangutanes) y descubrieron que todos, menos un orangután buscaban las herramientas necesarias en el mismo lugar que las encontraron tres años atrás. Otros animales de control del experimento no fueron a buscar dichas herramientas, lo que permite a los investigadores inferir que aquellos simios recordaban el juego de años atrás.

Para Gema Martin-Ordas, responsable del proyecto de la Universidad Aarhus, “fue realmente sorprendente que pudieran recordar el acontecimiento de manera tan rápida”, lo que supone “una buena evidencia que cuestiona la idea de que los animales no humanos viven atrapados en el tiempo”.

El estudio, publicado en el revista científica Current Biology, supone un paso más en el conocimiento de las diferencias y las similitudes de los humanos y los simios. Las últimas investigaciones están demostrando que, algunas capacidades que parecían exclusivas del ser humano, también son comunes a los grandes simios.

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