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Las osas cantábricas y sus crías no hibernan

Entre 1998 y 2007 un equipo de científicos españoles siguió a los osos pardos de la Cordillera Cantábrica para comprobar su hibernación. Los resultados confirman que las osas con crías y las crías menores de dos años ya emancipadas no hibernan.

Teóricamente, en todo el mundo, al llegar la estación fría, se produce la hibernación de los osos pardos (Ursus arctos), pero documentos históricos atestiguan que no siempre es así. Ya en el Libro de la Montería del rey Alfonso XI se menciona que en el siglo XIV no todas las osas con crías nacidas durante el año dormían el sueño invernal. Hemos tenido que esperar más de 400 años para tener nuevas observaciones y demostrar este acontecimiento en dos poblaciones de la Cordillera Cantábrica.

"Durante el seguimiento de osas con crías, que en el este de la Cordillera Cantábrica se ha hecho a partir de las huellas y rastros, vimos que había animales activos durante todo el invierno", explica Carlos Nores, autor principal del trabajo e investigador en el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (INDUROT) de la Universidad de Oviedo (UNIOVI) y vicepresidente de la Fundación Oso Pardo.

El estudio, que se ha publicado en la revista Acta Theriologica, recoge el seguimiento de las osas con crías entre los meses de diciembre y marzo de 1998 a 2007. "El recuento invernal de huellas permitió constatar que las osas con crías de 11 a 14 meses presentan signos de actividad continuada, también lo hacen las crías de dos años edad que se acaban de emancipar, aunque se encuevaban con más frecuencia que cuando estaban en el grupo familiar", afirma Nores. Los científicos comprobaron que los siete grupos familiares de ambas poblaciones de osos no dejaron de comer o defecar durante el período de observación, lo que confirma que en ningún momento llegaron a entrar en la fase fisiológica de hibernación.

Según los investigadores, la no-hibernación observada en la Cordillera Cantábrica "no se asocia con la crudeza de las condiciones climáticas cuando las nevadas están por encima o por debajo de la media".

Los otros osos de más de dos años de edad, incluidas las hembras sin crías a su cargo, presentaron, sin embargo, una reducción importante de actividad entre enero y febrero que corresponde con la hibernación previsible. Es decir, sin crías sí hay hibernación para el oso pardo cantábrico.

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