Los incendios de Australia están suponiendo un desastre ecológico sin precedentes. Con 11 millones de hectáreas quemadas, un área más grande que la nación de Guatemala, en estos incendios se han incendiado más de 2.200 casas se incendiaron y murieron 29 personas. Por si esto fuera poco, el costo en animales y plantas, muchos de los cuales son evolutivamente únicos y endémicos del continente, es aterrador.
Se estima que han muerto más de mil millones de animales, aunque el número real podría ser mucho mayor, ya que esta estimación no incluye murciélagos, ranas o invertebrados.
La intensidad extrema de los incendios y la velocidad con la que se han movido, impulsados por rachas de vientos de hasta 60 kilómetros por hora, también han aumentado el número de víctimas. Sobre todo en el caso de especies muy ligadas a los árboles, como los koalas o los marsupiales, han tenido pocas posibilidades de escapar. Está claro que esta crisis continuará mucho después de que se apaguen los incendios. ¿Les quedará a los animales un hábitat adecuado o comida para sobrevivir?
Teniendo en cuenta que 2019 ha sido el año más caluroso y seco desde que se tienen registros, no es de extrañar que la temporada anual de incendios forestales, comenzase antes y que los incendios hayan sido más graves de lo habitual.
Lo que nos espera
Lo peor del panorama que se está desarrollando en este momento en Australia es solo una muestra de la nueva normalidad. Es lo que nos espera en un futuro más cálido que nunca.
El cambio climático tiene el potencial de reconfigurar toda la vida del planeta tal y como la conocemos. Habría que replantear todas las líneas de evidencia científica que muestran claramente la relación entre el cambio climático causado por el hombre y la intensificación de las condiciones climáticas extremas, no solo en Australia, sino en todo el planeta.
¿Hemos llegado a un punto de inflexión? Algunos científicos plantean que ya hemos iniciado un efecto dominó que podría conducir a una cascada de cambios abruptos que continuarán desarrollándose en los años y décadas venideras.
Por el momento, hoy recordamos los incendios forestales que marcaron un día crítico a lo largo de estos primeros 20 años del siglo XXI.
Grecia en 2007
A mediados de 2007, unas 250.000 hectáreas (2.500 kilómetros cuadrados) fueron calcinadas en Grecia tras una serie de aproximadamente 3.000 incendios forestales que asolaron el país, sobre todo el Peloponeso, que se saldó con 64 víctimas confirmadas. Lo peor: la mayoría de los incendios fueron intencionados, tanto en el sur del Peloponeso como la isla de Evia, al noreste de Atenas. Los incendios se prolongaron casi dos semanas, pero la mayoría de las víctimas falleció inicialmente al quedarse atrapadas en pueblos con carreteras cortadas a consecuencia de las llamas.
Australia en 2009
Hablamos ahora de los incendios forestales en Victoria (Australia) en febrero de 2009. Más de un más de 450.000 hectáreas (4.500 kilómetros cuadrados) incluidas unas 1.834 viviendas se consumieron en los incendios forestales del 'sábado negro' en Australia, uno de los peores incendios de la historia australiana. El desastre comenzó en el estado de Victoria y causó la muerte de al menos 189 personas. ¿El motivo? Una ola de calor sumado a la caída de rayos (aunque hubo algunos incendios provocados). La pesadilla comenzó el sábado 7 de febrero y no acabaría hasta el 14 de marzo.
Israel en 2010
Comenzó el 2 de diciembre de 2010 y se convirtió en el mayor y más letal de los desastres naturales en la historia de Israel. El fuego, que arrancó en Monte Carmelo, al sur de Haifa en el norte de Israel, destruyó unos cinco millones de árboles. Hasta tres días emplearon día y noche los bomberos para controlar las llamas del vasto incendio que acabó con la vida de 43 personas y en el que hubo 18.000 evacuados. Al parecer, el incendio fue causado de forma accidental por dos jóvenes adolescentes.
Rusia en 2015
En abril de 2015, unos grandes incendios que comenzaron en la región de Khakassia, en el sureste de Siberia, acabaron con la vida de 34 personas, así como cientos de vacas y miles de ovejas. El incendio, que se extendió hasta Mongolia y casi llega a la frontera china, también destruyó 2.000 hogares y 10.000 kilómetros cuadrados de tierra. Los incendios se sucedieron durante varias semanas en una época de sequía sin precedentes. La quema de residuos agrícolas provocó, con el escenario planteado, una oleada de fuegos en la zona, agravada por los fuertes vientos. Las imágenes de satélite captadas por la NASA registraron cómo la nube de humo llegó hasta la ciudad japonesa de Osaka.
Indonesia en 2015
Estos incendios generaron cerca del 3% de las emisiones de gases de efecto invernadero de 2015. Se destruyeron aproximadamente 1,7 millones de hectáreas de tierras forestales en las regiones de Sumatra y Borneo. Los incendios en bosques y turberas son extremadamente difíciles de apagar en esta zona y normalmente solo los fuertes aguaceros de la temporada de lluvias pueden extinguirlos completamente. Muchas especies se vieron amenazadas con estos incendios de 2015 (más de 110.000 grandes incendios forestales) como una tan emblemática como los orangutanes. Los incendios amenazan el futuro de especies en peligro crítico de extinción que viven en este hábitat natural como el citado orangután de Borneo.
Portugal en 2017
Portugal sufrió un enorme incendio forestal que afectó al centro de Portugal entre el 17 y el 24 de junio de 2017. Sesenta y cuatro personas murieron y 250 resultaron heridas en los incendios forestales más mortíferos en la historia de Portugal. Cinco días se mantuvieron las llamas en la región central de Leiria, como consecuencia de una ola de calor de verano. Muchas de las víctimas murieron atrapadas y calcinadas en sus propios vehículos mientras intentaban escapar. El viento tampoco ayudó y finalmente unos 460 kilómetros cuadrados de laderas cubiertas de pinos y eucaliptos quedaron devastadas.
California en 2018
El incendio del complejo de Mendocino en California fue el mayor complejo de incendios de la historia de este estado. Se quemaron más de 1.858 km2: el área quemada fue en última instancia más grande que toda la ciudad de Los Ángeles (superando al incendio Thomas de ese mismo año) El incendio estaba compuesto por dos incendios separados: Ranch y River. Durante semanas y semanas desde finales de julio se propagó el incendio forestal que acabó con la vida de un bombero que estaba entre los cientos que vinieron de todo el país para ayudar a apagarlo. En septiembre de 2018 se consideró contenido. Asoló más de 280 estructuras, de las que 157 eran casas.
Brasil en 2019
Respecto a los incendios de la selva amazónica de 2019, también representan uno de los peores y más destacados incendios forestales del siglo XXI. Estos incendios han afectado principalmente la región de la amazonia de Brasil y otras zonas como Bolivia y Perú. Los incendios parecían interminables y tuvieron lugar desde la primera semana de enero hasta la primera semana de septiembre de ese año. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se negó a recibir ayuda internacional para controlar los incendios.
Australia en 2019
Las consecuencias de los incendios de Australia están siendo devastadoras, terribles para su fauna. Por ahora, los incendios de la temporada 2019-2020 han quemado más de 6 millones de hectáreas y destruido más de 2500 edificios. La cifra de animales muertos ronda los 800 millones de individuos. Es una de las peores temporadas de incendios de la historia de Australia. Las causas en este caso son varias: incendios provocados, una seguía y calor sin precedentes, rayos...
¿Ha habido años peores?
La escala de los incendios de Australia, tras revisar datos satelitales no se puede decir que no tenga precedentes. Si bien es cierto que los incendios de 2019 han causado daños significativos al medio ambiente, los datos revelan que han sido peores en el pasado. El número total de incendios en el planeta ha sido sustancialmente menor que muchos otros años, incluido el fatídico 2015, cuyos incendios se vieron exacerbados por el efecto El Niño y un clima inusualmente seco.