El dragón de Komodo, (Varanus komodoensis), la especie de lagarto existente más grande del planeta, es un lagarto de la familia Varanidae. También llamado monstruo de Komodo y varano de Komodo, puede encontrarse en la isla de Komodo y algunas islas vecinas de las islas de la Sonda de Indonesia central. El interés popular en el gran tamaño y los hábitos depredadores de este particular lagarto han permitido que esta especie en peligro de extinción se convierta en una atracción ecoturística, lo que ha alentado -afortunadamente- su protección. Eso sí, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN (organismo dedicado a la conservación de recursos naturales), el dragón de Komodo se encuentra actualmente en estado de conservación “vulnerable”.
Las características del dragón de Komodo son bastante llamativas.
Este lagarto crece hasta 3 metros de longitud total y puede alcanzar un peso máximo de aproximadamente 135 kg (el promedio son 2 metros de largo y 70 kg de peso). Excava una madriguera de hasta 9 metros y pone huevos que eclosionan en abril o mayo. Las crías recién nacidas, de unos 45 centímetros de largo, viven en árboles durante varios meses.
Como curiosidad, los dragones adultos de Komodo se comen a los miembros más pequeños de su propia especie y, a veces, incluso a otros adultos. Pueden correr rápidamente y ocasionalmente atacar y matar seres humanos. Suelen esperar a lo largo de los senderos para hacer una emboscada a los cerdos, los ciervos y el ganado que pasen por allí. Raramente necesitan capturar presas vivas directamente, ya que su picadura venenosa libera toxinas que inhiben la coagulación de la sangre. Algunos herpetólogos señalan que el trauma físico de la mordedura y la introducción de bacterias de la boca del dragón de Komodo a la herida también juegan un papel en la disminución de la vitalidad y la muerte de las presas. Como no tienen prisa una vez inoculada la toxina, los dragones de Komodo a menudo encuentran a sus presas en el proceso de morir o poco después de la muerte.
Se trata de un animal muy carismático. ¿Quieres conocer más curiosidades sobre los dragones de Komodo? Aquí tienes una muestra.
¿Qué tamaño pueden alcanzar?
El tamaño promedio de un dragón de Komodo macho es de 2 metros y aproximadamente 70 kilogramos de peso (en la naturaleza), según el Parque Zoológico Nacional Smithsonian, pero pueden alcanzar la enorme longitud de 3 metros y pesar más de 130 kilos. Esta proporción se da en cautividad. Las hembras crecen hasta 1,8 metros de largo.
¿De qué colores puede ser el dragón de Komodo?
Los dragones de Komodo crecen en una variedad muy amplia de colores, que incluyen azul, naranja, verde y gris. Su piel es rugosa y duradera, reforzada con placas óseas llamadas osteodermos. Tienen largas garras y una cola grande y musculosa.
¿Qué tal es su visión?
Los dragones de Komodo tienen buena visión; pueden ver objetos a una distancia de hasta 300 metros, según explica el zoológico Smithsonian. También son muy rápidos -aunque no lo necesiten-. A pesar de su corpulento aspecto pueden correr brevemente hasta 20 kilómetros por hora. pero prefieren cazar sigilosamente, esperando horas hasta que las presas se crucen en su camino. No es un animal que desespere con la espera.
¿Y su olfato?
Su sentido del olfato es magnífico, es su principal detector de presas. Según el zoológico Smithsonian, los dragones de Komodo, como las serpientes, usan sus lenguas bífidas para coger muestras del aire y luego tocan la lengua con el paladar, donde órganos especiales analizan las moléculas en el aire. Si la punta de la lengua izquierda tiene un "olor" más concentrado, el dragón sabe que su presa se acerca desde la izquierda.
¿De dónde son originarios?
Aunque son famosos por habitar en la isla indonesia de Komodo e islas circundantes, el dragón de Komodo comenzó surgió en Australia. Según los registros fósiles, los dragones de Komodo se mudaron de Australia y se dirigieron a las islas de Indonesia, llegando a la isla de Flores hace unos 900.000 años. Según el paleontólogo y ambientalista Tim Flannery, el dragón de Komodo pudo haber desaparecido de Australia hace unos 50.000 años, una desaparición que coincide con la llegada de humanos al continente.
Son inmunes a su veneno
Se desconoce el motivo, pero los propios individuos de su especie son inmunes contra el veneno de sus semejantes. Otro de los motivos por los que estas criaturas son tas fascinantes.
¿Cómo es su hábitat?
Son criaturas bastante raras y se encuentran en la naturaleza únicamente en cinco islas: las islas de la Sonda Menor de Komodo, Rinca, Gili Montang y Gili Dasami, todas dentro del Parque Nacional de Komodo, y la isla de Flores, donde el Komodo deambula libremente. El hábitat del lagarto puede ir desde un bosque seco tropical hasta una sabana o un bosque monzónico caducifolio. No importa dónde vivan, les encanta el calor extremo. Por lo general 35 ºC con un 70% de humedad, es su ambiente idóneo.
La mordedura del dragón de Komodo
Durante mucho tiempo, se creía que la mordedura de un dragón de Komodo era tan peligrosa a causa de la gran cantidad de bacterias que crecían en su boca. Sin embargo, la verdad fue descubierta por Bryan Fry, un investigador de venenos de la Universidad de Melbourne en Australia, quien descubrió que el dragón de Komodo es de hecho uno de los pocos lagartos venenosos del planeta. Su veneno, entre otras cosas, reduce la presión arterial, siendo algunos compuestos tan potentes como los que se encuentran en la serpiente más venenosa, el Taipán del interior de Australia occidental. El veneno de un dragón de Komodo se infiltra en grandes heridas que inflinge en cualquier animal desafortunado que ataque. El animal puede escapar del agarre del dragón, pero no escapará del veneno que finalmente lo derribará. Para entonces, el dragón de Komodo no estará muy lejos y rastreará a su víctima con su agudo sentido del olfato y dará buena cuenta de su comida.
¿Qué come?
Los dragones de Komodo son carnívoros, lo que significa que comen carne. Son cazadores tan feroces que pueden comer presas muy grandes, como grandes búfalos de agua, ciervos, carroña, cerdos e incluso humanos. También dragones de komodo más pequeños. Pueden comer hasta el 80% de su peso corporal en una sola ingesta. Debido a que su metabolismo es bastante lento y pueden comer tanto en una sola sesión, los dragones de Komodo pueden sobrevivir con tan solo una comida al mes.
Los dragones de Komodo pueden derribar enormes presas
Son animales masivos y de gran fuerza, por lo que no es sorprendente que puedan derribar animales del tamaño de jabalíes, ciervos y búfalos de agua o búbalos. Para atrapar a sus presas, utilizan una estrategia de emboscada. Camuflados con el entorno de tierra de su hogar en la isla, esperan a que pase un animal desprevenido. Luego entran en acción, moviéndose de forma explosiva y lanzando una mordida venenosa antes de que la víctima pueda escapar.
Apareamiento
Los dragones de Komodo son generalmente solitarios fuera de la temporada de apareamiento. Los machos mantienen y defienden un territorio y patrullan hasta 2 kilómetros de distancia al día. Se aparean entre mayo y agosto y las hembras ponen alrededor de 30 huevos cada una en septiembre. Las hembras de dragón de Komodo también construirán nidos señuelo para confundir a los depredadores y mantener sus huevos a salvo. Luego incubarán los huevos del tamaño de un pomelo (nidada) durante unos tres meses.
¿Es verdad que pueden tener crías sin un macho?
Las hembras de los dragones de Komodo pueden tener partos vírgenes. Esto significa que no necesitan un macho para fertilizar un huevo para que nazca. Es lo que conocemos como partenogénesis; el desarrollo de células sexuales femeninas no fecundadas. Y es que los dragones de Komodo pueden reproducirse a través de la reproducción sexual y asexual.
¿Cómo son las crías?
No hay evidencia de que los padres cuiden de Komodos recién nacidos, según el zoológico Smithsonian. Y, al nacer, las crías cuentan con solo 30 centímetros de largo. Tan pronto como nazcan, los jóvenes huirán y treparán a los árboles para evitar que su madre u otros komodos se los coman. Cuando tienen 4 años y miden alrededor de 1,2 metros, los jóvenes bajarán y vivirán en el suelo. Para los que sobrevivan, les espera una larga vida, ya que un dragón de Komodo puede vivir más de 30 años (en cautividad).
¿Su metabolismo es igual al de otros reptiles?
No. La mayoría de los reptiles carece de capacidad aeróbica, pero los dragones de Komodo son la excepción, gracias a una adaptación genética que los investigadores descubrieron cuando secuenciaron el genoma de este animal. El estudio, publicado en la revista Nature Ecology & Evolution, mostró que estas criaturas pueden alcanzar un metabolismo más parecido al de un mamífero, lo que es realmente beneficioso cuando se trata de cazar presas. Los expertos encontraron cambios relacionados con las mitocondrias, que son las máquinas de vapor de la célula. Al igual que una vía digestiva, las mitocondrias absorben nutrientes y proporcionan combustible para la célula. Esto es doblemente importante para las células musculares y explica qué hay detrás de los increíbles estallidos de velocidad y resistencia de los dragones de Komodo.
¿Es cierto que roban tumbas?
Los dragones de Komodo no siempre salen a cazar para obtener comida; en cambio, comen mucha carroña. No en vano, pueden detectar un cadáver hasta a casi 10 kilómetros de distancia. Esto ha tenido su eco en los cementerios humanos, pues han tenido que cambiar el lugar de enterramiento a suelos arenosos a suelos arcillosos y añadir muchas rocas en la parte superior de la tumba para prevenir que los dragones de Komodo se acaben comiendo los restos de sus seres queridos.
Son animales muy juguetones
Aunque son fieros, también les gusta jugar. Se han observado individuos cautivos jugando con palas, zapatos e incluso discos voladores. Quedó demostrado que su motivación no era alimentaria, y el juego podía ser comparable a como si se tratase de un gato o un perro. Incluso Kraken, un dragón mantenido en el Parque Zoológico Nacional Smithsonian, mostró un comportamiento lúdico con sus cuidadores: tiraba de los cordones de los zapatos (con los dientes), y sacaba suavemente los objetos de los bolsillos de las personas. Los cuidadores lo calificaban de “juguetón”. Un estudio concluyó que el comportamiento de juego “cumplía con los criterios formales para jugar".
Cómo regulan su temperatura
Sus madrigueras tienen doble función: mantenerlos frescos de día y calientes de noche, cuando bajan las temperaturas. Los dragones de komodo cavan sus madrigueras en la tierra usando sus grandes zarpas.
Estado de conservación
Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el dragón de Komodo no está en peligro de extinción, pero se considera vulnerable. La World Animal Foundation estima que el número de Komodos en la naturaleza es de entre 4.000 y 5.000, entre todas las islas de Indonesia central.
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