Las tortugas bobas viajan a través de un corredor térmico oculto
Las tortugas bobas pueden llegar a la costa mexicana durante ‘El Niño’, un fenómeno que desplaza las aguas del Pacífico.
Las tortugas bobas del Pacífico norte (caretta caretta) nacen en las costas de Japón y pasan la mayor parte de su tiempo en el Pacífico. Sin embargo, en ocasiones aparecen en México, a unos 14. 500 kilómetros del lugar donde anidan originalmente. Esta espectacular travesía les obligaría a atravesar aguas frías potencialmente mortales, pues estas tortugas necesitan el calor del entorno para mantener su temperatura corporal. Sin embargo, los científicos han descubierto que las tortugas sobreviven a esta migración gracias a un corredor oculto.
Un misterio durante décadas
Este misterio, según Larry Crowder, profesor de ecología marina y conservación en la Universidad de Standford (Estados Unidos) había existido durante décadas. A lo largo de la costa del Pacífico en América del Norte, los vientos estacionales empujan las calidad aguas superficiales hacia la costa. Así, el agua fría de las profundidades del océano sube para reemplazar esa agua tibia, arrastrando consigo una gran cantidad de nutrientes.
Las especies tropicales, como las tortugas bobas, no suelen aventurarse en esas aguas frías del Pacífico abierto. De hecho, la mayoría de los científicos consideraban que eran intransitables para los animales que dependen de las aguas cálidas. Pero, según esta nueva investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista Frontiers in Marine Science, las tortugas bobas pueden llegar a la costa mexicana durante ‘El Niño’, un fenómeno que desplaza las aguas más cálidas del Pacífico occidental hacia el este (a lo largo del ecuador).
Esto, según los investigadores del estudio, produce un corredor térmico que permite a las tortugas bobas llegar a México. No obstante, este pasadizo solo tiene lugar durante ‘el Niño’.

tortuga
Proteger a las tortugas bobas
Esta investigación no solo proporciona información sobre el desplazamiento de las tortugas, sino que también contribuye a proteger una especie que está catalogada como ‘vulnerable’ por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Además, según los científicos, es posible que los esfuerzos de conservación deban adaptarse a medida que las tortugas vayan reaccionando al calentamiento de las aguas marinas debido al cambio climático.