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¿Por qué todavía existen humanos que caminan a cuatro patas?

El conocido como Síndrome de Uner Tan fue descrito por el biólogo evolutivo del mismo nombre en el año 2005, quien relacionaba el andar cuadrúpedo en humanos con la evolución. Pero, ¿es esto realmente así?

No son muchos casos, pero haberlos, los hay. Existen algunos seres humanos que todavía se desplazan a cuatro patas frente a la forma bípeda habitual. En el año 2005, el neurocientífico y biólogo evolutivo Uner Tan describió el caso de una familia turca de 19 hermanos, cinco de los cuales mostraban tener capacidades cognitivas deterioradas, una dificultad en el habla conocida como disartria y un trastorno neurológico llamado hipoplasia cerebelosa. Además, también caminaban de forma regular sobre pies y manos.


Este cuadro pasó a ser conocido como "Síndrome de Uner Tan" (UTS), y el científico vinculó los síntomas a una perspectiva evolutiva, sugiriendo que eran una expresión de nuestra ascendencia de primates, un ejemplo de reversión evolutiva a un estado primitivo, o "devolución".

Para apoyar hipótesis, Tan y sus colegas aseveraron que las personas con UTS utilizan el cuadrupedalismo de secuencia diagonal "similar a al de los primates", un tipo de andar que distingue a los primates de la mayoría de los otros mamíferos. Esta forma consiste en que al andar se mueven, simultáneamente, el brazo derecho con la pierna izquierda y el brazo izquierdo con la pierna derecha.


Sin embargo, alrededor de una década después, un equipo dirigido por Liza Shapiro, de la Universidad de Texas, realizó un riguroso estudio con el que el cuadrupedalismo en adultos sanos o con una discapacidad física se explicaba recurriendo a principios biomecánicos en lugar de suposiciones evolutivas.

En esencia, Shapiro observó que los afectados caminaban depositando el peso sobre sus muñecas, no sobre sus nudillos, al contrario que los primates no humanos. Además analizó 518 zancadas cuadrúpedas de las imágenes de la familia turca diagnosticada con el Síndrome de Tan y vio que casi por completo utilizaban la secuencia de movimiento lateral (brazo derecho con pierna derecha; brazo izquierdo con pierna izquierda), como los gatos y los perros.


Esto hizo pensar que sus síntomas tenían que ver con una condición hereditaria y neurológica que complica su sentido del equilibrio, desarrollando el cuadrupedalismo como estrategia. Nada que ver con una reversión evolutiva.

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