¿Eres más de playa o de montaña? Ambos entornos naturales son los preferidos a la hora de organizar unas vacaciones. La elección del destino suele estar reñida entre la brisa del mar y el asfixiante calor de la costa o la excitante y aventurera montaña. ¿Has pensado ya dónde vas a ir de vacaciones este año?
Hay destinos vacacionales para todos los paladares: hay quien busca en estas fechas un remanso de paz y desconexión, mientras que otros optan por poner a tope las pulsaciones y disparar su adrenalina con destinos de lo más aventureros. Y tú... ¿Eres más de pasar el día al sol en la tumbona o de apostar por planes como el barranquismo o el puenting?
Pero sin duda uno de los factores que cada vez más evalúan los viajeros a la hora de escoger un destino veraniego es la afluencia de turismo, pero no lo hacen como algo positivo. La excesiva masificación de los destinos vacacionales puede restar originalidad y calidad a la experiencia; por no hablar de todo lo que puede perjudicar a la vida autóctona.
Por todo ello, es especialmente útil disponer de un listado de algunos rincones, todavía no muy explotados por el ser humano, y que se convierten, inesperadamente, en los destinos de verano perfectos. Se trata de enclaves paradisíacos, privilegiados y, muchos de ellos, prácticamente vírgenes, donde confluyen playa y montaña, y donde refugiarse de la cotidianidad y el ajetreo.
Es importante tener en cuenta que, si queremos disfrutar de estos enclaves, es fundamental relacionarnos con la naturaleza desde el máximo respeto y compromiso por su cuidado. Intenta apostar por lugares sostenibles y que sean lo menos agresivos posibles con la vida autóctona. Apuesta por los alojamientos que, aun permaneciendo cerca del emplazamiento a visitar, se mimeticen con el entorno, aportándole aún más riqueza a la experiencia viajera.
No hace falta irse a una isla desierta para disfrutar de rincones escondidos, paradisíacos, y vivir unas vacaciones en completa armonía con la naturaleza, y con la relación justa y necesaria con el entorno urbano.
Comenzamos el viaje. ¿Qué paraíso escondido elegirás estas vacaciones?
La vegetación de la frondosa playa de Bolonia (Tarifa)
Los amantes de las playas de arena blanca y fina han de saber que en el sur de Cádiz existen rincones costeros escondidos y bellos, y no masificados. Algunas de las playas que ocupan esta zona, como la playa de Bolonia, no son muy extensas, y gozan de la intimidad que les procura una frondosa protección vegetal.Otra interesante playa es la Cala de Los Alemanes, llamada así porque se dice que algunos soldados nazis huyeron del avance de los Aliados y se refugiaron en esta playa, buscando el anonimato.Arroyo Cañuelo, una vez pasado el faro de Camarinal, es tal vez la cala más bella y recóndita de la Costa de la Luz. Y la más oculta, dado que solo se puede acceder a ella a pie a través de una ruta de paisaje mediterráneo.Y si buscas un poco más de movimiento, la cala de Valdevaqueros destaca por su ambiente de surfeo, y también podrás practicar kitesurf y windsurf.
Paraísos mediterráneos en Begur (Gerona)
Alrededor de este pueblo turístico al norte de la provincia de Barcelona se encuentran algunas de las playas más bellas y escondidas de la Costa Brava. Encontrarás, además de la playa más transitada, Sa Riera, alguna zona nudista, como Illa Roja, y otras calas apartadas y con encanto, como Sa Tuna y Platja Fonda, de difícil acceso, pero ambas paradisíacas y de arena fina, que te harán creer que has atravesado el Atlántico y has aterrizado en algún rincón del Caribe.Aunque algo más turístico, te recomendamos que no te pierdas el Parador Nacional de Aiguablava, situado en la playa del mismo nombre. Este rincón es uno de los mejor valorados por los visitantes, por sus aguas cristalinas y su arena dorada; un verdadero balcón al mar.
La inmensidad azul de Cap Ferret (Francia)
La playa Horizon, y las playas de la cuenca son las más conocidas y grandes de esta zona del sur de Francia. Este enclave costero destaca por sus cielos despejados y el mar, y también posee otras calas más escondidas y encantadoras en las que perderse.Una de ellas es la playa de Les Jaquets, junto al pueblo del mismo nombre, donde perderse y disfrutar cómodamente de la tranquilidad de la costa sur francesa.
Cudillero, el espejo del mar (Asturias)
A Cudillero lo llaman el espejo del mar y es que este pueblo parece estar situado a orillas del paraíso.El norte de la península ibérica se caracteriza por combinar a la perfección la playa y la montaña, y los espectaculares acantilados de Cudillero contrastan con sus pacíficas playas. Este es un pueblo de tradición pesquera de una belleza inigualable, en el que pareciera que las casas cuelgan de las montañas.
Banyalbufar, la localidad que nace del mar (Mallorca)
Esta localidad mallorquina significa "construido junto al mar", y pareciera que no solo fue construida, sino que nace naturalmente del bello entorno.La de Mallorca es una isla con muchas posibilidades, y la experiencia que ofrece la localidad de Banyalbufar, entre las montañas de Tramuntana es, por el momento, un tanto desconocida para el turismo, lo que hace especiales y recónditos algunos lugares de interés que no debes perderte, como Port des Canonge llamado la Volta des General, un camino antiguo que te invitamos a recorrer.
Las dunas doradas de Meco (Portugal)
También se conoce como la Playa do Moinho de Baixo, y te sorprenderá por su increíble arena en tonos dorados.El encanto de esta gran playa, aunque pueda parecer no tan íntima, reside en sus grandes dunas, que hacen que la playa se divida en zona norte y zona sur.Especialmente la zona sur de esta playa se mantiene bastante vista, y podrás disfrutar de las prácticas nudistas, bien vistas en este lugar.
Valle de Arán (Lleida)
Este rincón situado en los pirineos es único por su oferta cultural, paisajística y ecológica. En invierno es un destino frecuente para practicar esquí, pero en verano también se convierte en un destino ideal y paradisíaco.Podrás disfrutar de rutas increíbles de senderismo, deportes de aventura, gran oferta cultural y actividades de bienestar para relajarse.
Hvar (Croacia)
Anímate a acercarte a lugares algo más exóticos: la isla de Hvar dispone de un clima suave y soleado, un rincón idílico que forma parte de las rutas marítimas del Mar Adriático.Esta isla está plagada de bosques vírgenes, playas de arena blanca, y posee historia y cultura de la que poder disfrutar, pero también el lujo está presente en sus puertos.
Getaria (País Vasco)
Este pueblo recóndito del País Vasco, situado en el Golfo de Bizkaia, permite disfrutar de gastronomía típica, y de la tranquilidad y belleza de los entornos naturales de los alrededores de San Sebastián.Las playas de Gaztetape y Malkorbe son especialmente recomendables para’ beberse el océano’.
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