La misteriosa migración de las anguilas
Un estudio europeo ha revelado muchos detalles hasta ahora desconocidos de esta especie, que lleva a cabo una de las migraciones más insólitas de la naturaleza.
Las anguilas comunes o europeas, Anguilla anguilla, llevan a cabo una espectacular migración en la que recorren unos 8.000 kilómetros, desde Europa hasta el mar de los Sargazos, cerca de las islas Bermudas, donde estos peces ponen sus huevos. Las larvas que nacen de ellos, denominadas leptocéfalos, son prácticamente transparentes y presentan un aspecto marcadamente distinto al de los adultos. Estas regresan al Viejo Continente y penetran en los ríos. Entonces, experimentan notables cambios físicos y, con el tiempo, adquieren el tamaño y apariencia de sus mayores. No obstante, hay muchos detalles que aún se desconocen sobre el periplo que siguen estos animales.
Ahora, un equipo de investigadores de distintas instituciones europeas ha presentado los resultados de un minucioso estudio sobre esta especie, en el que han trabajado más de diez años. Así, según explican estos expertos en un artículo publicado en la revista Science Advances, cuando apenas miden dos centímetros, las crías de las anguilas, esto es, las angulas, viajan desde el mar de los Sargazos hasta los ríos europeos, donde viven entre cinco y veinte años. En ese tiempo se convierten en adultas, pero antes experimentan dos metamorfosis. Cuando alcanzan la madurez, regresan a la citada región del Atlántico para desovar.
Para determinarlo, los científicos, entre los que se cuenta Francisco Javier Lobón-Cerviá, del Departamento de Ecología evolutiva del Museo Nacional de Ciencias naturales (MNCN-CSIC), en Madrid, colocaron transmisores a 707 ejemplares ya crecidos. Estos fueron liberados en distintas zonas de Europa –las anguilas pueden encontrarse desde la península de Kola, al norte de Rusia, hasta el Mediterráneo e incluso en las Islas Canarias–. Más tarde, recibieron datos de 206 de ellos y siguieron en detalle el viaje de 80.
"Hemos descubierto que siguen una rutina a la hora de trasladarse. Por el día se mueven en las profundidades y, al llegar la noche, continúan su viaje en aguas menos profundas", indica Lobón-Cerviá. El ensayo muestra que no todas las anguilas realizan este recorrido en cuatro meses para desovar simultáneamente –este se prolonga desde diciembre hasta febrero–, como se creía, sino que muchas tardan hasta un año en llegar. En concreto, la duración media del viaje de las que fueron marcadas, que recorrieron entre 3 y 47 kilómetros diarios, fue de once meses.
"Los datos nos han ayudado a aclarar muchos detalles de esta compleja migración y hemos mejorando significativamente nuestro conocimiento sobre la dinámica de su población. Así podremos mejorar las estrategias de conservación y gestión de la especie para protegerla", señala Javier Lobón-Cerviá.
Imagen: LFL / Institut für Fischerei