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Montserrat Vilà: una eminencia científica femenina en especies invasoras

Su contribución en el campo de la ecología de las invasiones biológicas y su aplicación a la conservación le concedió en 2021 el Premio Nacional de Investigación.

Hoy es el día de la mujer y la niña en la ciencia, y hay pocas formas mejores de conmemorarse que hablar de una científica que es una verdadera eminencia en su campo. Pionera en métodos de predicción y prevención de invasiones biológicas, la catalana Montserrat Vilà es considerada una de las científicas contemporáneas más influyentes en el estudio de los ecosistemas terrestres y su conservación. Es una persona amable y cercana. Tanto, que he podido hablar personalmente con ella para poder transmitir, en este artículo, su punto de vista personal.


Una de las científicas más influyentes del mundo

Montserrat Vilà entró en el listado de Clarivate en 2014, y año tras año sigue apareciendo en él. Clarivate identifica cada año a las personas más influyentes en la ciencia a nivel internacional, y hasta ahora apenas el 0,1 % de las personas que investigan en todo el mundo han conseguido el honor de entrar en este listado. No sin motivo, en el año 2021, obtuvo el Premio Nacional Alejandro Malaspina en el área de Ciencias y Tecnologías de los Recursos Naturales, primera vez que este premio lo gana una mujer. Se trata de uno de los Premios Nacionales de Investigación que el Ministerio de Ciencia e Innovación concede a profesionales de distintas áreas de la ciencia, y que representan el mayor reconocimiento que hay en España a la investigación científica. Un premio en el que se presentaron 115 candidaturas, de las cuales solo 27 eran mujeres.

Le pregunté sobre esta evidente desigualdad observada en las candidaturas, y Montse se mostró preocupada.

Los hombres siempre son más visibles. Es como cuando organizamos un congreso y decimos “¿Quién va a dar la conferencia inaugural?” en nuestra cabeza siempre aparece un hombre. Quizá porque lo hemos visto más, o porque es el modelo que tenemos en mente. Cuando decimos “¿A qué mujer?” tenemos que pensarlo con más esfuerzo. Y supongo que ocurre lo mismo a la hora de nominar a investigadores o investigadoras.

Por supuesto, hoy se celebra el día de la mujer y la niña en la ciencia. Así que también le pregunté cuál era su opinión acerca de este día y su necesidad.

Yo creo que es necesario. Ya que hay desigualdad en la dedicación a la ciencia, es importante hacer este recordatorio en un día especial. Sobre todo me gusta mucho que haga referencia a las niñas en la ciencia. Esto pone de manifiesto que lo relevante no es romper techos de cristal, sino más bien, salir del lodazal. Hay que mantener la celebración de este día.

Montserrat Vilà. Fotografía cedida a Muy Interesante por Concepción Muñoz (cc)

Montserrat Vilà. Fotografía cedida a Muy Interesante por Concepción Muñoz (cc)Montserrat Vilà. Fotografía cedida a Muy Interesante por Concepción Muñoz (cc)

Llegando a la cima “pasándoselo bien”

Para llegar a ese nivel de influencia, Montse recorrió un largo camino. Tras licenciarse en la Universidad Autónoma de Barcelona, realizó el doctorado en la misma universidad, estudiando la competencia entre plantas tras perturbaciones. Pasó dos años de estancia postdoctoral en la Universidad de Berkeley, en California, la universidad pública mejor valorada del mundo, y tras varias posiciones más, terminó aterrizando, en 2006, en la Estación Biológica de Doñana, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Allí es profesora de investigación en el Departamento de Ecología Integrativa; durante algunos años ostentó el puesto de jefa de departamento, y de 2012 a 2015 fue la directora adjunta del centro.

Le pregunté si para llegar a esos puestos tuvo que atravesar muchos de los llamados “techos de cristal”. Aunque ella nos hizo una apreciación muy interesante.

Yo nunca lo vi como una dificultad, porque siempre me lo he pasado bien. Creo que es importante hacer algo que te motiva, que te gusta, tener buenos compañeros de trabajo, amigos y familia que respetan la gran dedicación que una tiene por la ciencia. Yo no tengo la sensación de que haya roto techos de cristal. Esa es la verdad. Quizá me haya tenido que esforzar más que un hombre, pero tampoco sé cómo compararlo.

En relación con los puestos de alta relevancia, es bien conocida la llamada “gráfica en tijera”. En 2021, el CSIC publicó su informe de mujeres investigadoras, donde se mostraba que, si bien en las etapas tempranas de la formación académica, como los estudiantes de doctorado, existe una clara paridad de sexos, a medida que se escala en el rango, la paridad desaparece. Este efecto es tan extremo, que la proporción de mujeres llega a situarse por debajo de un 27 % entre los profesores de investigación, el mayor nivel considerado en el informe. ¿Cómo vive esta situación, esta gráfica en tijera, una profesora de investigación del prestigio y el renombre de Montserrat Vilà? ¿Qué se siente perteneciendo a ese 27 %?


Yo lo veo con preocupación, porque algo pasa aquí. Lo que ocurre, básicamente, es que durante el periodo de inicio a las tareas propias de la maternidad es donde muchas mujeres caen. Donde muchas desaparecen de la carrera científica. Y eso lo veo con preocupación. Además, esta situación lleva a que, a la hora de formar parte de comisiones que por supuesto requieren paridad, somos siempre las mismas. No solo lo  veo con preocupación sino también con responsabilidad. Es importante pensar qué podemos hacer nosotras para que eso no ocurra. O mejor dicho, qué podemos hacer entre todos para retener a las mujeres jóvenes en ciencia.  

Montserrat Vilà. Fotografía cedida a Muy Interesante por Concepción Muñoz (cc)

Montserrat Vilà. Fotografía cedida a Muy Interesante por Concepción Muñoz (cc)Montserrat Vilà. Fotografía cedida a Muy Interesante por Concepción Muñoz (cc)

Su producción científica es extensa, con más de 200 artículos científicos publicados hasta la fecha, y más de 37 500 citas según el portal académico de Google. Entre ellos destacan los estudios y metaanálisis acerca de los impactos que las especies invasoras causan sobre otras especies, las comunidades y los ecosistemas. Ha publicado siete libros, incluyendo el titulado Invasiones biológicas, de 2008, editado por el CSIC, y la primera obra de divulgación sobre el tema, sin contar con más de una treintena de capítulos de libros. Además, es presidenta del Grupo Europeo del Estudio sobre Invasiones Biológicas (NEOBIOTA), miembro del Foro Científico sobre la Regulación Europea de Especies Exóticas Invasoras y desde 2017 forma parte del Comité Científico del Ministerio de Transición Ecológica. Con estos impresionantes antecedentes, le pregunté a Montse cómo se vive toda una vida dedicada a la ciencia, y si siempre quiso dedicarse a eso.

Yo creo que he tenido mucha suerte, Vary, porque me lo he pasado bien, y sobre todo porque a lo largo del camino he conocido a gente estupenda y he tenido colaboradores maravillosos. He podido viajar y conocer gente de otras culturas. Siempre me quise dedicar a ello. Siempre he tenido muchísima curiosidad. Cuando era pequeña ya hacía mis propios seguimientos de vegetación. ¡Hasta hice un herbario, cuando era niña! Leía libros de naturaleza… y cuando terminé biología, tuve muy claro que quería hacer una tesis doctoral.

Cuando hice la tesis tuve mis crisis, como todo el mundo. Además, te diré que este año he leído cartas que escribí a amigos en aquella época, que me las han prestado, y he visto que tuve un sin fin de inseguridades. Si hacía poco, si hacía mucho, si podría con todo, si era interesante, si me dirigían bien o mal, en qué centro era mejor hacer la estancia, etc. Inseguridades que eran superiores a las que he visto en mis doctorandos… así que ahora sé que me esconden cosas. Pero de verdad, no son unas cartas que alguien se imaginaría de una investigadora que tenga un premio nacional

Sin embargo, hubo un momento clave, que fue cuando fui a Estados Unidos de estancia, y dije “a mí esta vida me gusta y quiero continuar con esto. Me da igual dónde. Me lo paso bien”. 


Esto me llevó a preguntarle algo más. ¿Quién influyó a aquella niña llamada Montse, para entrar en el mundo científico? ¿Tuvo algún referente? ¿Echó de menos alguna figura femenina cuyos pasos poder seguir?


Creo que tuve esa figura femenina. A ver, empecemos. La curiosidad por la naturaleza, de mi padre; ese fijarse en los detalles de las cosas que pasan alrededor. El afán por estudiar y ser perseverante de una amiga que tuve cuando iba al colegio, que era mayor que yo. Ella fue muy importante. Durante la carrera tuve muchísima suerte con los compañeros y compañeras de clase. Éramos un grupo como una piña. Hacíamos muchas salidas de campo juntos. Allí tuve un novio que fue crucial, que me despertó aún más el interés por la observación de la naturaleza. Durante la tesis tuve un mentor, un ecólogo que contacté y me abrió los ojos hacia centros de investigación extranjeros. Se llama Jacob Weiner, y es profesor ahora de la Universidad de Copenhague. Y ya, mi modelo a seguir como investigadora fue la profesora que visité durante mi estancia postdoctoral, Carla D’Antonio. Así que sí he tenido mujeres referentes a lo largo de mi carrera. 

Por supuesto, como científica de renombre internacional que ha demostrado ser, hoy ella puede representar un referente para aquellas niñas que sientan interés por la ciencia y la naturaleza y que, de mayores, quieran seguir sus pasos y dedicarse a su estudio y conservación. ¿Qué les dice Montse a esas jóvenes que hoy nos están leyendo?

Que pueden hacerlo, por supuesto, es solo cuestión de tener curiosidad y tenacidad. Para mi hubo tres elementos muy importantes que alimentaron la curiosidad y la constancia de niña. Tener un lugar de referencia, algo así como un “lugar encantado” donde pasear y observar. Adquirir una afición que te apasione, en mi caso fue hacer un herbario, pero para otra persona puede ser coleccionar cualquier otra cosa. Y luego, tener un libro maravilloso de referencia que te haga pensar y no te canses de releer. Para mí fue la conjugación de esas tres cosas: un lugar, una afición y un libro lo que constituyó el caldo de cultivo de una futura científica. 

REFERENCIAS

Clarivate (2021) Highly Cited Researchers. Available at: https://publons.com/awards/highly-cited/2021/ (Accessed: 7 February 2022).

Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (2017) Comité científico. Available at: https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/especies-proteccion-especial/ce-comite.aspx (Accessed: 7 February 2022).

Vilà, M., Valladares, F., et al. (eds) (2008) Invasiones biológicas. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Colección Divulgación, 7).

Vilà, M. (2008) Montserrat Vilà’s home page. Available at: http://www.montsevila.org (Accessed: 7 February 2022).

Vilà, M. and Terradas, J. (1995) ‘Effects of Competition and Disturbance on the Resprouting Performance of the Mediterranean Shrub Erica Multiflora L. (ericaceae)’, American Journal of Botany, 82(10), pp. 1241–1248. doi:10.1002/j.1537-2197.1995.tb12657.x.

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