El lobo canadiense, uno de los principales depredadores de América del Norte
Considerado como uno de los grandes depredadores que habitan América del Norte, en esta ocasión vamos a hablarte del lobo canadiense.
Existen un total de tres familias de lobos en el mundo: el lobo gris, el lobo abisinio y el lobo rojo. El primero, el lobo gris, es considerado como uno de los más grandes. Y es aquí cuando nos encontramos con el lobo canadiense, que se trata de una subespecie del lobo gris. Pesa alrededor de 60 kg, y mide unos 80 centímetros.
Es habitualmente conocido también con otros nombres, como lobo de Alberta, lobo del Valle de Mackenzie o lobo canadiense y lobo de Alaska. Aunque su nombre científico es Canis lupus occidentalis.
Se trataría de una especie que, en estos momentos, se encontraría desprotegida, por lo que puede ser cazada, excepto durante el período en el que la manada se encarga de criar a los cachorros. De hecho, suele ser muy valorado por su pelaje.
Hasta ahora, se estima que existen entre 50.000 y 60.000 individuos, por lo que es clasificado como “preocupación menor”.
El lobo canadiense, un lobo adaptado a su hábitat
Como su propio nombre indica, el lobo canadiense vive en Canadá, incluido Quebec, y también en Alaska. Todo ello gracias a que se ha adaptado perfectamente a su entorno.
Fue Sir John Richardson, naturalista de origen escocés, quien en el año 1829 describió por primera vez a esta subespecie. En aquellos momentos, explicó que presentaba “una estructura más robusta que el lobo gris común, con una cabeza más grande y redonda y un hocico más grueso y obtuso”.

Cómo es el lobo canadiense
Además, señaló que “sus orejas también son más cortas y su pelaje más espeso”, además de disponer de unas patas más gruesas y largas, las cuales son perfectas para caminar por la nieve profunda o por el terreno accidentado de las conocidas Montañas Rocosas.
Curiosamente, el color de su pelaje varía en función del lugar donde viva. Por ejemplo, cuando más al norte viva, con una ausencia de vegetación rara, tiende a tener un pelaje más claro, lo que le permite mimetizarse mejor con el paisaje. Sin embargo, si vive habitualmente en un área con vegetación densa, su pelaje será más oscuro.
Un cazador excepcional
Como muchos lobos, el lobo canadiense posee un buen sentido del olfato, el cual destaca por ser muy desarrollado. De hecho, algún que otro estudio ha revelado que es capaz de percibir un olor a una distancia de unos 300 metros.
De acuerdo a este estudio, cuando el lobo canadiense detecta una presa se detiene y su nariz apunta hacia la dirección donde esta se encuentra. Además, ante la presencia de esta señal, todos los demás levantan la cabeza con la finalidad de analizar el olor.
Seguidamente, la manada empieza a mover la cola y saltan, para, luego, guardar silencio.
Otro estudio, de origen canadiense, también señala que la presencia de estos lobos es imprescindible a la hora de evitar los daños causados por los ciervos. Y es que, ante la ausencia de depredadores, “desapareció el 90 por ciento de la vegetación del sotobosque. Esto provocó la desaparición o fuerte escasez de muchos invertebrados, incluidos los insectos polinizadores”, y, posteriormente, las aves.