Hacerse el muerto tendría muchas más ventajas que la de no ser devorado
La comida o el sexo estarían en la lista de funciones alternativas a este intrigante comportamiento
“¡Pum! ¡Hazte el muerto! Muy bien, chico... Toma una galleta.” Aparte de entrenar a nuestros perros a fingir su muerte durante uno segundos para nuestra satisfacción o diversión, estamos acostumbrados a ver en los documentales a animales que, frente a la amenaza de un depredador, en lugar de huir, se hacen los muertos con la esperanza de no ser devorados.
“Hacerse el muerto” en ciencia se conoce como tanatosis o inmovilidad tónica, y de momento se ha descrito en peces, aves y mamíferos. Uno de los casos más conocidos es el de la zarigüeya norteamericana (Didelphis virginiana), que, como se puede observar en la foto del artículo incluso saca la lengua y empieza a oler apestosamente para evitar se devorada. Un comportamiento que tienen en común con cobayas, codornices, tiburones y serpientes, como la culebra azul (Drymarchon melanurus).
Rosalind Humpreys, estudiante de posgrado en la Universidad de St. Andrews en Escocia, explica a Nat Geo que “generalmente, los científicos no tienen mucha información acerca de este intrigante comportamiento, ya que es difícil documentarlo en el medio natural y hay preocupaciones éticas a la hora de diseñar experimentos de laboratorio en los que los depredadores atacan a sus presas”.
Sin embargo, sí que se han descubierto al menos otras dos razones por las que los animales se pueden hacer los muertos, alternativos a la de no ser devorados. Estas son:
Hacer ver que estás muerto para llevarte algo a la boca parece ser común en peces. Este comportamiento se usa como una estrategia de caza, en la que especies como el cíclido centroamericano (Parachromis friedrichsthalii) o el pez abade (Mycteroperca rubra) fingen estar muertos en el fondo de los lagos y esperan a la llegada de otros alevines, pececitos más pequeños, que intentarán comer sus “cadáveres”. Al tenerlos cerca, estos los actores se despiertan de su sueño mortal y los engullen sin piedad.
El canibalismo sexual parece estar bastante presente en distintas especies de artrópodos. En el caso de las arañas de la especie Pisaura mirabilis, los machos han encontrado una estrategia para evitar su trágico final. Este, a la hora de ofrecer el regalo nupcial a la hembra, que suele ser alimento, se hace el muerto y se queda pegado al paquete. Cuando la hembra se acerca a disfrutar del manjar, este se despierta, empieza a copular con ella y huye rápidamente. Este hecho propone que la simulación de la muerte evolucionó como una estrategia adaptativa de apareamiento de machos para evitar ser devorados. Según cuenta Trine Bilde, profesora de biología en la Universidad de Aarhus de Dinamarca, a Nat Geo, “hacerse el muerto parece ser un intento de apareamiento del macho además de o en lugar de ser una estrategia antidepredadora, ya que quizás le sirva para ambos fines”.
Como vemos, hacerse el muerte puede tener múltiples funciones, y estamos seguros de que, como siempre, la ciencia seguirá descubriendo aún más. Os recomendamos que miréis el vídeo de TedEd que encontráis más arriba para encontrar aún más ejemplos sorprendentes de actores del la muerte en el reino animal.
Referencias:
Peterson, C. (2021, April 30). Muchos animales se hacen los muertos, pero no siempre para que no los devoren. National Geographic. https://www.nationalgeographic.es/animales/2021/04/muchos-animales-se-hacen-los-muertos-pero-no-siempre-para-evitar-depredadores
Bilde, T., Tuni, C., Elsayed, R., Pekár, S., & Toft, S. (2005). Death feigning in the face of sexual cannibalism. Biology Letters, 2(1), 23–25. https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsbl.2005.0392?cookieSet=1
Tobler, M. (2005). Feigning death in the Central American cichlid Parachromis friedrichsthalii. Journal of Fish Biology, 66(3), 877–881. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.0022-1112.2005.00648.x