¿Están los koalas de Australia al borde de la desaparición?
Tras los graves incendios, la Fundación Australiana del Koala habla de que estos mamíferos están “funcionalmente extintos”.
Los koalas son las grandes víctimas de los incendios de Australia de los últimos meses. Tanto es así que algunas sociedades científicas ya hablan de que estos animales estarían prácticamente extintos en esta isla continente.
Un ejemplo es la Fundación Australiana del Koala (AKF), que cree que actualmente no quedan más de 80.000 koalas en Australia, lo que los hace "virtualmente o funcionalmente extintos". En el peor de los casos, podrían quedar aún menos koalas de los estimados, y la cifra podría reducirse incluso a los 43.000.
En cambio, otras fuentes informativas no son tan alarmistas. Según la Lista Roja de la unión internacional para la conservación de la naturaleza, aún quedarían 300.000 ejemplaresde koalas.
Actualmente, el koala está catalogado con la etiqueta de especie "vulnerable", la menor de todas las categorías de amenaza. No obstante, basándose en su dilatada investigación realizada durante años, la AKF sugiere que el estado de conservación del koala debería actualizarse a "críticamente peligroso". AKF lleva desde 2009 monitoreando 128 electorados federales que se encuentran dentro del rango de los koalas. Una década después, 41 de ellos no muestran signos de koalas.
En abril de 2012, el gobierno australiano declaró al koala como "especie vulnerable" en Nueva Gales del Sur, la Ley y Queensland. Victoria y Australia del Sur fueron excluidas de la lista. En cambio, la AKF cree que el koala debería haber sido incluido en todos los estados. En opinión de la AKF, no existe una legislación que proteja de manera efectiva y consistente el hábitat de los koalas: “No se debe necesariamente a la legislación no exista, sino a que no siempre existe la voluntad política de implementar, vigilar y hacer cumplir tal legislación”.
Dado que los koalas no están siendo custodiados en zoológicos ni santuarios naturales, la responsabilidad de su conservación corresponde al gobierno, así como su hábitat.
Los koalas están en grave declive y sufren los efectos de la destrucción del hábitat, ataques de perros domésticos, accidentes de tráfico, y los incendios forestales, agravados por el cambio climático. Las cifras oficiales hablan de que el 30 % de la población de koalas habría muerto desde que comenzaron los fuegos, que asolan Australia desde septiembre de 2019.

Koalas en Australia
Imagen: Getty.
Introducir a los koalas en otros ecosistemas es una mala idea
¿Cómo podríamos salvar a los koalas que quedan en Australia? Existe una propuesta ciudadana para tratar de que los koalas sean introducidos en Nueva Zelanda, un lugar donde podrían prosperar, y donde existen treinta mil hectáreas de eucalipto.
Pero, por el momento, el Gobierno no está por la labor de llevar a cabo esta iniciativa, sino que ha manifestado que tratará de controlar los incendios para que los koalas puedan permanecer en su hábitat natural.
Aunque, a primera vista, la idea de introducir a los koalas en otro hábitat parece buena, hay muchos elementos a considerar a la hora de introducir una especie nueva en otro ecosistema.
En opinión de Luis Javier Palomo Muñoz, Profesor Titular de Biología Animal de la Universidad de Málaga y miembro de la Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Mamíferos (SECEM), es una iniciativa totalmente desaconsejable: “No hay (ni ha habido nunca) koalas en Nueva Zelanda, por lo que sería una actuación totalmente inapropiada. Sería una especie totalmente extraña en ese hábitat, una especie invasora y fuera de lugar, que podría acarrear serios problemas para la fauna autóctona de Nueva Zelanda. En estas islas no hay mamíferos autóctonos (salvo murciélagos) y hay claros ejemplos del desastre que ha supuesto introducir especies de Australia en esta islas".
La alternativa, continúa L. Javier, es reforzar las poblaciones ya existentes, en las áreas donde actualmente hay koalas o en las que hubo en tiempos recientes, y restaurar los hábitats quemados por los incendios, aunque esa sea una labor muy complicada y costosa: "Lo mejor sería mantener a los ejemplares que se puedan rescatar de las zonas más afectadas en centros de recuperación donde mantenerlos y criarlos en cautividad hasta que se puedan reintroducir de nuevo en sus áreas originales".
En general, introducir especies exóticas va en contra de la conservación de la biodiversidad local. Por ello, el profesor de Ciencias de la Vida de la Universidad de Alcalá de Henares, José María Rey Benayas, opina que solo se debería recurrir a este tipo de actuaciones en casos muy extremos.
Además, Nueva Zelanda es un país líder en erradicación de especies exóticas que, actualmente, tiene un programa muy ambicioso de erradicación: “Por este motivo, la iniciativa de introducir al koala choca frontalmente con estos objetivos”, explica Rey Benayas.