Impresiones de la Madrid Games Week 2019
La gran feria de los videojuegos de la capital española reúne a las principales marcas del mundo gamer.
Cuando una industria mueve 800.000 millones de dólares al año y las estimaciones apuntan a un crecimiento continuo, hay que tenerla en cuenta. Hace tiempo que los videojuegos dejaron de ser un elemento extraño en la sociedad para convertirse en el medio de entretenimiento más consumido del mundo, por encima del cine y de la televisión. A su alrededor, y con el fin de satisfacer la demanda casi constante de productos de la comunidad gamer, se ha formado un inmenso negocio que atrae a más gente y a más empresas año tras año. Todos ellos, desde los creadores de contenido hasta sus seguidores, se reúnen en lugares como la Madrid Games Week.
La Madrid Games Week fue el intento de grandes marcas como las tiendas GAME y la Asociación Española de Videojuegos por crear un espacio común en el que promocionarse, darse a conocer y atraer a todos los interesados en el sector. Esta convención de videojuegos apareció con todo a su favor, con el respaldo de empresas potentes y en un contexto en el que los videojuegos están mucho más extendidos y aceptados tanto en la sociedad como en el panorama cultural. El E3, actualmente el mayor evento del mundo de los videojuegos a nivel mundial, surgió precisamente para reclamar el lugar de la industria del videojuego en el mundo de la tecnología y el entretenimiento y sus primeros pasos se dieron en un terreno mucho más pedregoso, pero sirvieron para allanar el camino a todas las que vendrían después.
La edición 2019 de la Madrid Games Week ha contado con 270 stands que incluían a las principales compañías, estudios de desarrollo independientes, instituciones educativas, marcas especializadas en equipo para gaming, proyectos de innovación y merchandising entre muchas otras cosas. Al recinto de IFEMA se han acercado 136.000 visitantes que, durante cuatro días, han disfrutado de las últimas novedades del mundo de los videojuegos. Desde MUY Gamer no hemos podido resistirnos y en esta galería os traemos un listado de los títulos que hemos probado y que, para bien o para mal, más han llamado nuestra atención. ¡Aquí os dejamos nuestras primeras impresiones!

La Madrid Games Week (MGW) es una feria para el sector del videojuego y del entretenimiento que comenzó a celebrarse en la capital española en el año 2013 como sustituta de la Gamefest. A pesar de que tuvo un éxito considerable en sus primeras ediciones, las ediciones de 2016 y 2017 no se celebraron pero la convención volvió con renovada fuerza en su edición de 2018. La feria no solo atrae a las principales compañías de videojuegos y consolas, sino a todos los sectores adyacentes a estos (diseñadores, desarrolladores, cosplayers, productoras cinematográficas, merchandising, etc.) convirtiéndose en un punto de reunión para todos los interesados en el mundo del entretenimiento.

Si bien es cierto que la ciudad de Madrid cuenta con decenas de espacios adecuados para la celebración del evento, pocos pueden compararse con IFEMA. Durante unos días, la Feria de Madrid llena 50.000 metros cuadrados con stands de empresas y tiendas, anfiteatros para competiciones de alto nivel y espacios dedicados a charlas, talleres y actividades de todo tipo. Para la edición de 2019, IFEMA y AEVI (Asociación Española de Videojuegos) han puesto toda la carne en el asador para que la MGW esté entre los eventos de referencia del mundo de los videojuegos.

En esta edición hay espacio para todos y actividades a gusto del consumidor. Desde los impresionantes puestos de compañías como Sony Interactive Entertainment, Nintendo, Bandai Namco, GAME, Ubisoft o Warner Bros. hasta las competiciones de eSports en las que se enfrentan los titanes del sector, la Madrid Games Week da cabida a todas las caras del poliédrico mundo del videojuego. También se pueden encontrar pequeños estudios independientes, desarrolladores y animadores, empresas de hardware especial para gaming, juguetitos de realidad virtual, merchandising, espacios dedicados a la cultura japonesa y al anime. El paraíso en la Tierra, vaya.

Esta actualización de la entrega mejor valorada y más conocida de la saga Final Fantasy ha mantenido a sus seguidores con el hype a tope desde que se oyó hablar del proyecto por primera vez. En la MGW 2019 está disponible un fragmento del gameplay que ya publicó Square Enix pero, como se dice, no es lo mismo verlo que vivirlo.
Final Fantasy VII es la mejor demo que se puede encontrar en la feria. No solo mantiene una calidad visual excelente y transcurre con una fluidez envidiable, sino que el ponerse a los mandos de Cloud y Barret transmite una sensación cómoda y muy acorde con lo que se podría esperar. El combate resulta frenético y la combinación de ambos personajes y de sus distintas habilidades se convierte en la clave para vencer contra los enemigos más fuertes. Esperamos que el resultado final sea todavía mejor de lo que se muestra en el gameplay, pero la cosa promete y mucho.

La otra gran apuesta de Square Enix (y la más deseada por este humilde redactor) deja una sensación de “ni frío ni calor”. Teniendo en cuenta que nos avisaron de que los gráficos no mostrarían su máximo potencial y que el sonido no funcionaba (mal por los organizadores), resulta sorprendente lo divertido que resulta jugarlo y las buenas sensaciones que transmite este título basado en el universo Marvel. Thor y Hulk son auténticos tanques con los que da gusto machacar y que dan mucho juego (especialmente con el lanzamiento del martillo Mjolnir), el Capitán América está en su mejor momento repartiendo toñas a diestro y siniestro y la agilidad y rapidez de Viuda Negra la convierten en uno de los mejores personajes. Iron Man es, por desgracia, el que mayor margen de mejora tiene.
En conclusión: hay muchas cosas por pulir en el juego y seguro que Square Enix tiene más de un as en la manga, pero la combinación de los distintos héroes y las características de cada uno nos obligan a estar muy atentos a este título.

La apuesta de Bandai Namco resultaba peculiar desde el principio. ¿Un RPG de mundo abierto basado en Dragon Ball? ¿Qué partes de la historia incluiría y cómo serían sus misiones secundarias? Algunas de estas preguntas han encontrado respuesta pero, después de probar 20 minutos de juego y el combate contra Raditz, seguimos teniendo nuestras dudas…
Dragon Ball: Kakarot aprovecha el cariño de los fans de la serie al introducir unos gráficos de alta calidad pero con claras pinceladas de anime (el acabado de los personajes, la sintonía al empezar las misiones…) y mantiene el estilo de combate tridimensional que ya le había funcionado antes. Lo que no termina de convencer es ese mundo abierto que, al menos en lo que se ha visto, resulta vacío y un tanto plano, haciendo de los viajes con la nube voladora un simple paseo del punto A al punto B. ¿Conseguirá Goku salir airoso de este proyecto?

Hay que aclarar que todo lo que Nintendo ha querido enseñar de Pokémon Espada y Escudo ha sido la mecánica de gimnasios. Teniendo esto en cuenta, el nuevo título de la mitiquísima saga aporta poco a lo que todos conocemos, reconocemos y requeteconocemos. La estética resulta graciosa y se acerca cada vez más a la serie, algunos de los nuevos pokémons tienen parte del encanto de antaño y el modo dinamax es llamativo pero puede que solo para la primera vez.
Los gimnasios siguen basándose en puzles sencillitos, rivales que te asaltan en el camino y combates por turnos. La marca de Pokémon está más que trillada, pero si algo funciona ¿para qué cambiarlo?

Al igual que pasa en el cine, parece que la industria del entretenimiento tiene facilidad para abrir el baúl de los recuerdos y tirar de nostalgia cuando se quedan sin ideas. En los últimos años, los remakes y los reboots se han convertido en algo muy común y resulta agradable que estos refritos funcionen bien. The Legend of Zelda: Link’s Awakening es de los que funciona bien.
El nuevo juego de Switch reaprovecha la calidad del juego clásico y lo actualiza con un mundo colorido y una estética cartoon que hace que el entorno y los personajes parezcan cuidados muñecos de un juego infantil, dándole un tono amigable y bastante graciosillo. Puede que traiga pocas novedades, pero lo cierto es que consigue atrapar al jugador en una perfecta combinación de clásico y nuevo.

A pesar de lo visto en el E3, Luigi’s Mansion 3 no era uno de los títulos que estábamos como locos por probar. Imaginaos nuestra sorpresa al comprobar que el juego del bigotudo cazafantasmas resulta muy divertido de jugar. Tampoco es que las novedades respecto a otras entregas sean abrumadoras, pero el título saca todo su potencial en Nintendo Switch y potencia el aspecto de los puzles con la aparición de Gooigi, el gelatinoso doble de Luigi.

Este peculiar y deportivo crossover entre los personajes de Nintendo y los de SEGA comenzó su andadura en 2008, coincidiendo con las Olimpiadas de Pekín. Sin ser una maravilla en la jugabilidad, la combinación de unos iconos del videojuego con el ambiente competitivo natural de los Juegos Olímpicos hacían de estos títulos una opción entretenida e interesante para pasar horas con amigos y familiares. Es uno de esos juegos que se disfruta en compañía.
En esta nueva entrega, la cual no podía faltar teniendo en cuenta que los próximos Juegos Olímpicos se celebran en Japón, se aprovechan como mejor se puede las opciones que da la Nintendo Switch en una aproximación a la experiencia Wii. Sin romper esquemas, Nintendo ha decidido autohomenajearse al incluir un modo de juego con estética y controles al más puro estilo Super NES. ¿Merece la pena comprar el juego por esta ocurrencia para nostálgicos? Tal vez no, pero este juego promete dar horas de sana competitividad para sus jugadores.

El éxito de Nintendo Switch se debe, en parte, a la excelente combinación de consola portátil y sobremesa que la compañía japonesa consiguió. Pero Nintendo es Nintendo y todos sabemos lo mucho que le gusta explotar sus filones y sacar (al igual que otras compañías) numerosas versiones de una misma máquina. La Nintendo Switch Lite pierde la versatilidad de su hermana mayor y se promociona como una consola portátil que compensa su pérdida de propiedades y limitaciones y las justifica con una bajada de precio.
Unos minutos con ella no son suficientes para poder sacar conclusiones lapidarias, pero las primeras impresiones no han sido excepcionalmente buenas. Si bien el peso y tamaño parecen los correctos, los juegos no rinden mal y la pantalla (aun con sus limitaciones) va cumpliendo con lo esperado, la experiencia pierde calidad de forma considerable. Los controles integrados resultan un poco flojos, especialmente los dos joysticks que parecen preparados para romperse, y la sensación que transmite el plástico de la carcasa no promete demasiado. Aun a sabiendas de que su funcionamiento se irá puliendo con alguna próxima actualización, la Nintendo Switch Lite se queda en un “quiero y no puedo” que no consigue acercarse lo suficiente a la Switch original.

Última remasterización del día. Como en casos anteriores, es innegable la mejora gráfica que el juego ha sufrido y tenemos que admitir lo gratificante que resulta ver a Sir Daniel Fortesque alzarse de la tumba otra vez. Con todo, los controles y la jugabilidad resultan más casposas que en otras remasterizaciones que hemos probado y, en conjunto, resulta peor actualización de lo que esperábamos de un juego tan mítico como Medievil.

La realidad virtual ha vivido grandes mejoras en los últimos años y las compañías de todo el mundo apuestan cada vez más por ellas. Si bien es cierto que los juegos VR todavía tienen margen de mejora considerable, la experiencia vivida con Iron Man VR ha sido muy, muy satisfactoria. Más allá del carisma y la fama que el héroe metálico de Marvel ha ganado gracias a su protagonismo en el MCU, la combinación de propulsión y disparos le convierten en el personaje ideal para una experiencia VR.
El jugador tendrá que utilizar sus manos para maniobrar y dirigir el vuelo al tiempo que encuentra el momento para cargar su láser y disparar contra los enemigos, haciendo que la experiencia sea bastante menos estática que en otros juegos similares y mucho más inmersiva. El apartado visual tiene ese tono cartoon pero con un cuidado y unos acabados que el jugador disfruta viendo mientras surca el cielo. Lo más sorprendente es que, a pesar de la rapidez con la que se desarrolla todo, responde muy bien a las órdenes de movimiento y no marea. Solo Tony Stark es capaz de devolvernos la fe en el mundo de la realidad virtual.

Teníamos la esperanza de que, viendo la proximidad de su lanzamiento, pudiésemos probar un poco ese bombazo que promete ser Death Stranding pero nos quedamos con las ganas. En su lugar, Sony Interactive Entertainment ofreció nuevas imágenes exclusvias del esperadísimo título de Hideo Kojima. Apenas queda un mes para su llegada a las tiendas y muchos seguimos sin tener ni idea de cómo funcionará el juego o cuál será su trama.

Probablemente sea otro de los títulos más esperados de 2020. Acostumbrados a la calidad de CD Projekt, Cyberpunk 2077 promete una historia profunda y trepidante al más puro estilo Blade Runner. En la MGW tampoco se ha podido probar, pero aquellos que hicieron cola pudieron ver un gameplay de alrededor de 20 minutos en el que, además de alguna que otra mecánica del juego, se planteaban las dos alternativas de acción de las que dispondrá el jugador: el sigilo y asesinato para infiltrarse entre los enemigos o la patada en la puerta y la lluvia de balas. ¿Con cuál os quedáis?