¿Tu perro es zurdo o diestro?
Los perros, como las personas, pueden ser zurdos, diestros o también ambidiestros, con una peculiaridad: el reparto es más equitativo que en los humanos.
Varios animales, como las aves, los primates o los gatos han desarrollado su cerebro de manera similar a la humana, es decir, en dos hemisferios. Los perros no iban a ser menos y, como los humanos, pueden ser zurdos o diestros, de acuerdo con el hemisferio dominante (aunque sobre esto hay disparidad de opiniones entre los neurólogos).
Hay varios estudios al respecto, y señalan que en los perros el reparto es mucho más equitativo que en los humanos, es decir, hay casi igual número de perros zurdos que diestros, mientras que en los humanos sólo el 10% de la población es zurda (aunque aquí hay que señalar que hubo intervención educativa en ciertos períodos históricos).
¿Por qué es importante saber si tu perro es diestro o zurdo? Pues resulta que existen varios estudios que relacionan este factor con el carácter del perro, su agresividad e incluso con su inteligencia. Los perros, como los humanos, tienen el cerebro dividido en dos hemisferios simétricos, y cada hemisferio realiza funciones distintas. Aunque aún no se ha conseguido profundizar en los detalles (pues algunos estudios son contradictorios), parece ser que el lado izquierdo gestiona sus emociones positivas y activas, mientras que el derecho gestiona las negativas, las respuestas a los estímulos del exterior.
También es importante saberlo en el caso de los golden y labradores retriever que llegarán a ser perros lazarillo. Parece ser que es mucho más fácil adiestrar en este sentido a un perro diestro que a uno zurdo, y que el perro diestro tendría menos dificultades para encontrar soluciones a posibles problemas que se le presenten.
Se ha relacionado también una posible mayor agresividad en los perros zurdos, pero esto es algo que no está demostrado, y veterinarios y etólogos señalan que hay muchos más factores y condicionantes (y más importantes) a tener en cuenta que si el animal es diestro o zurdo. A grandes rasgos, ambos son iguales.
La relación entre el carácter del perro y el dominio de una pata sobre la otra está siendo profusamente estudiado; hay incluso un estudio que lo relaciona con la fobia al ruido. Sin embargo, aún no hay pruebas concluyentes.
Una curiosidad: las hembras tienden a usar más la pata derecha y los machos la izquierda. ¿Lo comprobamos?

Si ya sabe dar la pata, ¿cuál utiliza? Parece obvio pero es el primer paso para averiguar si es diestro o zurdo.

Cuando jugáis juntos a tirarle la pelota o algún otro juguete, ¿qué pata emplea para empujarla hacia ti o para intentar quitártela? Esa será en la que tenga más fuerza.

Unta algo que le guste (paté o similar) en un juguete, o puedes emplear un hueso para perros o un juguete relleno de comida. El tener que “cazar” comida agudizará su instinto a usar su pata dominante.

Otra opción es empujar su pelota o juguete favorito (o con el que estéis jugando en ese momento) debajo de un mueble o colocarlo fuera de su alcance. En ese momento de desesperación empleará siempre su pata más hábil.

Los perros son muy expresivos con sus patas; seguro que estás acostumbrado a que te “abrace” o te acaricie, y a que te pida salir con ellas; o, si tienes más animales, ¿con qué pata interactúa más con ellos? Puede que no te hayas fijado, pero seguramente siempre emplee la misma pata.

Si acabas de adoptar un cachorro, observa qué pata emplea cuando le estás enseñando o cuando empieza a jugar solo. Cuando son pequeños se ve más claramente.

Obsérvalo atentamente cuando está con sus juguetes; ellos normalmente los sujetan entre las dos patas y colocan la dominante encima. ¿Cuál usa tu perro?

A la comida no se pueden resistir, ¿verdad? Esconde una galleta en tu puño cerrado y observa con qué pata intenta quitártelo.

Si es independiente y no muy amoroso, moléstale un poco: achúchale y abrázale, o hazle caricias en la trufa. Seguro que la pata con la que te empuja es la dominante.

Repite la operación varias veces seguidas: quítale el juguete, vuélveselo a dar y así. Cuando se desespera, ¿sigue empleando la misma pata?

Un tip para estos “rebeldes” que no usan mucho las patas: si tienes escaleras en casa, ¿con qué pata comienza a bajar cuando vais a salir a pasear? ¿Y con cuál se impulsa para subir al sofá?

Es cierto que hay muchos perros que suelen emplear más la boca que las patas. Para ellos, colócale algo que le sea ligeramente molesto, como una cinta de pelo (holgada, que no le apriete) o unas gafas. ¿Con qué pata se lo intenta quitar?

Cuando corre y juega con otros perros, observa con qué pata empieza a correr y con cuál suele darle más “manotazos” a su amigo.

Asegúrate de repetir varias veces estas pruebas hasta llegar a una conclusión (a no ser que sea más que evidente), ya que puede ser fruto de la casualidad.

Si has hecho varias de estas pruebas y no llegas a ninguna conclusión, lo más probable es que tu perro sea de los pocos ambidiestros y tenga la misma habilidad y fuerza en ambas patas.