Salud de nuestro perro: las prevenciones veterinarias necesarias
Cuando tenemos un animal a nuestro cargo tenemos que atender también a las exigencias que requiere la sanidad animal. Repasemos las pautas veterinarias.
Curarnos en salud es el mejor remedio para una enfermedad, es decir que adelantarnos a cada problema que pueda tener nuestro perro será la mejor manera de que su vida, su buena salud o sus plenas capacidades no se vean en peligro.
Para que esto no ocurra, los veterinarios y profesionales del mundo de la mascota ponemos en conocimiento a los nuevos propietarios que se acercan a nuestras clínicas una serie de pautas de salud, alimenticias, higiénicas y de ejercicio con el fin de que necesiten visitarnos solo en los momentos establecidos por la cartilla de vacunación.
Una alimentación basada en un pienso seco de buena calidad será incuestionable para mantener la dentadura y el sistema gastrointestinal de nuestro perro saludables. Cuando sea cachorro, dale un producto que le ayude a crecer y le aporte la energía que desgasta y cuando sea mayor, cuida que todos los nutrientes le sean dados en su justa medida y le ayuden a conservar la fuerza en las articulaciones, entre otros detalles.
La higiene servirá para que la piel de nuestra mascota perdure fuerte, para que ningún patógeno pueda hacer mella en la salud del animal y para librar de suciedad algunos órganos principales del peludo como son los oídos, los ojos, el ano o la boca. Para que la higiene de nuestro perro esté completa tendremos que cepillar su pelo practicamente a diario, darle un baño aproximadamente una vez al mes con champú antiparasitario, limpiar los oídos, ojos y ano con gasas humedecidas, cepillar sus dientes y observar que sus almohadillas estén libres de cuerpos extraños, entre otras cosas.
El ejercicio le llevará a estar ágil, en su peso ideal, tener la mente equilibrada y disfrutar de unas articulaciones sanas hasta su vejez. Los veterinarios recomiendan ejercicio diario, en la medida que tu perro pueda, para que no caiga en los problemas que ocasiona tener una vida sedentaria como el sobrepeso o problemas en los huesos.
A continuación enumeraremos las prevenciones de salud que tendrás que llevar a cabo en las distintas etapas de la vida de tu animal diferenciando las pautas desde las primeras semanas hasta la fase senior.

Cuando el perro es cachorro se forman las bases de la salud que tendrá toda su vida. Si sus propietarios cometemos errores en esta etapa, las consecuencias durarán para siempre en la mayoría de los casos y si hay solución, será difícil de alcanzar.

Todo lo que le enseñemos de pequeño nos dará sus frutos en la edad adulta. Ármate de paciencia y enséñale la educación básica. Si por el contrario aprende a pedir comida en la mesa o subir al sofá siempre, le quedará de por vida.

El pienso del perrito debe tener las mejores propiedades que nos podamos permitir. Consulta a su veterinario cuál te recomienda.

Cuando nuestro pequeño peludo está completamente vacunado precisa salir por lo menos tres veces a la calle en un día. Esto le ayudará a reforzar su organismo y le hará captar los saludables rayos del sol.

Lo mejor es empezar pronto con la higiene de todas las partes de su cuerpo, así de mayor no lo verá como una experiencia negativa.

Cuando un animal pasa de los siete años comienza su vejez, por lo tanto empezarán a aparecer problemas de esas edades como patologías óseas, complicaciones por una inadecuada nutrición y el poco ejercicio, patologías en la boca…

Nuestros mayores tendrán que pasar al menos una vez por la clínica para que el veterinario le haga una analítica sanguínea completa, radiografía de tórax y electrocardiograma, con el fin de conocer si tienen alguna enfermedad aún oculta o desequilibrios en alguna función del organismo.

El perro en esta edad necesita una dieta rica en proteínas y con recortes en algunos ingredientes como la sal.

Cuando un perro es mayor sus dientes van a resentirse, por eso es tan importante la higiene bucal en esta etapa. Con ello estaremos consiguiendo que coma tranquilamente y evitaremos que surjan problemas como consecuencia de una infección dental.

No esperemos que actúe tan lozanamente como antes pero no porque llegue a su tercera edad va a dejar de disfrutar de correr en el parque. De hecho, tendremos que seguir motivando un ejercicio moderado.

La obesidad es una enfermedad, por lo tanto hay que tratarla. Lo mejor es prevenir con una alimentación adecuada y evitando una vida sedentaria.

Para que tu animal no sufra esta enfermedad puedes: seguir un control de su peso mensual, valorar su estado con el profesional, darle un pienso especial para cada ocasión (mantenimiento en animales sanos, light o dieta de adelgazamiento)