Problemas de audición en los gatos, ¿conoces los síntomas?
La audición es el sentido principal de los gatos. Es fundamental detectar si el minino está sufriendo un problema y tratarlo a tiempo.
El gato es uno de los animales que más desarrollado tiene el sistema auditivo, junto al elefante y el delfín. Los felinos suelen escuchar tonos mucho más elevados, incluso dos octavas más que los humanos y una y media más que los canes. Podría decirse que la audición es para los gatos lo que para los humanos la vista: su sentido principal. Por ello, es imprescindible detectar si el minino está sufriendo un problema en su sistema auditivo y tratarlo a tiempo. ¡No descuides su salud!
Existen varios factores que determinan la pérdida de audición en los felinos. En primer lugar, se encuentra la edad avanzada del animal. Sin embargo, existen también otras causas que podrían llevar a una pérdida temporal de la audición, como las infecciones causadas por bacterias, hongos o parásitos así como el efecto secundario de algunos medicamentos.
Igualmente, tu mascota podría estar sufriendo una infección o lesión grave en la parte del oído medio o poseer algún pólipo dentro del canal auditivo. Sea como sea, será mejor que acudas al veterinario para que diagnostique a tu peludo y sea él quien le recomiende el tratamiento más adecuado.
¿Cómo detecto la pérdida de audición?
Descubrir que un gato tiene problemas de audición puede resultar complicado, ya que estos animales emplean muy bien sus sentidos y compensan la pérdida auditiva con el olfato o el tacto. Aun así, existen algunas señales que te harán saltar las alarmas. Es posible que un gato sordo no reaccione a sonidos estridentes o que no te mire cuando le llames por su nombre. También es posible que no gire las orejas hacia fuentes de sonido y le costará mucho más despertarse, ya que no lo hará a menos que le toques. ¡Vigila su comportamiento!
Un peludo con problemas de audición podría sentirse desorientado y confundido, sobre todo si ese problema llega de golpe. Así que será necesario facilitarle la vida al animal y tendrás que protegerlo de cualquier peligro, ya que, por ejemplo una carretera podría suponerle una amenaza aún más grave. Además, será fundamental que aprendas a comunicarte con tu mascota mediante señales o incluso empleando una linterna para avisar a tu mascota por las noches.
Recuerda que, aunque esté sordo, el gato percibe todos los cambios a su alrededor mediante las vibraciones del suelo y sus otros sentidos. ¡Ten paciencia y dale mucho amor! Seguro que tu peludo te lo agradecerá. Si quieres saber más sobre los problemas auditivos en los gatos, revisa la siguiente galería.

Los gatos son animales que nunca se cansan de jugar. Por eso, es muy común encontrar heridas en sus oídos causadas por mordiscos o arañazos de otros felinos. Es aconsejable revisar sus orejas para ver si tienen alguna herida y vigilar que no se infecte.

En ocasiones, los felinos cogen la costumbre de rascarse las orejas. Este rascado frecuente puede acabar ocasionándoles un hematoma en la zona interna del oído, concretamente en los pabellones auriculares.

Es muy fácil de percibir, puesto que las orejas presentan rojez y descamación. Suele aparecer en gatos de pelaje claro que pasan mucho tiempo expuestos al sol. Si se deja pasar, puede acabar generándoles úlceras e, incluso, tumores malignos.

Provocada por el ácaro de la sarna, es fácil de detectar puesto que los parásitos blancos son visibles en la zona afectada. La otitis parasitaria es la enfermedad ótica más habitual en gatos y puede afectar a cualquier raza.

Al igual que la otitis parasitaria, daña al canal horizontal y vertical del oído. Los gatitos se sienten tristes y enfermos y el pus podría llegar a salir del pabellón auditivo, mojando su pelo y piel.

Afecta especialmente al equilibrio del gato. Por eso, los signos principales que ayudarán a detectar este problema tienen que ver con el equilibrio (balanceo, tropiezos e inclinación de la cabeza).

Todo aquel que tenga un gato sabrá que, ante cualquier mínimo ruido, los felinos tienden a girarse.

Si tu mascota no se gira cuando le llamas por su nombre aunque emplees un tono cariñoso y estés cerca, puede que exista un problema.

Las orejas de los felinos parecen antenas parabólicas que se giran hacia el lugar de donde proviene el sonido. Por eso, cuando no lo hacen, debe de ser un signo de alarma.

Si se mantiene una rutina de limpieza, sus oídos no tienen por qué oler. En el caso que lo hagan, es aconsejable acudir al veterinario para que determine el porqué.

Si se rasca mucho, como hemos visto, puede acabar provocándose él mismo un hematoma. Además, puede ser signo de otra enfermedad.

Generalmente, la pérdida del equilibrio viene dada por un problema en los oídos. La mayoría de veces, generado por la otitis media oculta.

Debido a la falta de audición, al minino le costará mucho más despertarse de un descanso profundo, por lo que no lo hará a no ser que le toques.

Los mininos con problemas de audición también maúllan, aunque lo hacen en un tono más alto ya que no regulan su volumen.

Por norma general, a los gatos les gusta saber quién entra en casa. Si tu mascota no lo hace o ha dejado de hacerlo, es un síntoma alarmante.